Luego de una denuncia publicada por El Independiente en torno a las supuestas trabas impuestas a la importación de las máquinas utilizadas para tratamientos de cáncer, así como para la utilización de las mismas, el Ministro de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear (ARRN), Mario Gutiérrez, había manifestado que en realidad todo consiste en minuciosos métodos de precaución para evitar consecuencias negativas.
Los centros que ofrecen tratamientos contra el cáncer son el Incan, con dos equipos; Clínica Terapeutix, con una; Codas Thompson, con dos equipos; Clínica Revita, con dos equipos y Centro Médico La Costa. Entre el control previsto por parte de la ARRN, para permitir o no que este tipo de máquinas funcione, se encuentra la habilitación de las mismas.
El ministro había dicho que, aparte de la certificación necesaria por parte de la empresa fabricante, la calibración es uno de los requisitos básicos, pues si se hace de manera errada, puede llegar a cortar incluso una arteria en el paciente que recibe el tratamiento.
Sin embargo, de acuerdo a las explicaciones del Master of Science, físico médico y presidente de la Sociedad Paraguaya de Física Médica, Marcelo Godin, un físico médico es la persona encargada de certificar que la máquina, sea nueva o usada, se encuentra en óptimo estado para ofrecer el servicio oncológico, no la fábrica de la cual se trae.
Masc. Marcelo Godin
También aclaró que la radiación no produce daños mecánicos en los tejidos, como cortar arterias, sino que se da a nivel molecular (actuando sobre el ADN) que se traducen en daños biológicos.
“La seguridad del equipo no está en si es nuevo o usado, sino en el hecho de que funcione de forma adecuada. Ninguna fábrica puede certificar porque corresponde a una responsabilidad legal por parte del usuario del equipo el funcionamiento correcto del mismo”, aclaró el Dr. Godin.
De este modo, destacando que los protocolos garantizan la calidad y la seguridad de los tratamientos, el físico médico comentó que el primer requisito a seguir es poseer la licencia de importación para traer el equipo, luego contar con la licencia de construcción que una vez aprobada permite la instalación del equipo; posteriormente viene la licencia de la operación para hablar del funcionamiento final.
Para trabajar con este tipo de máquinas, se habla de una serie de procedimientos indispensables que muchas veces pueden dificultar que se lleven a cabo los servicios de tratamientos oncológicos, pues la duración de los mismos es de 6 meses aproximadamente. Esto aparte de los costos que rondan entre los US$ 2 millones por equipo y los mantenimientos anuales entre unos US$ 140 mil por cada máquina.
De este modo en Presidente Franco se encuentra hace casi dos años una máquina que no puede ser utilizada porque no cuenta con la habilitación pertinente, pese a tener el certificado de calidad de un físico médico.
¿HABILITACIÓN A DEDO?
Hace semanas, el ministro Gutiérrez había hecho una publicación en Facebook, que posteriormente eliminó, acerca de un permiso provisorio otorgado al Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS), en la utilización del Pet Scan, afirmando que la máquina constituye un factor indispensable para los pacientes oncológicos.
Esto consiste en un equipo de diagnóstico que sirve como un material para determinar la gravedad del cáncer, si hizo metástasis, la zona afectada, entre otras, pero el permiso resulta cuestionable a decir del miembro fundador y expresidente de la Sociedad Paraguaya de Física Médica, el Dr. Eduardo Galiano.
Dr. Eduardo Galiano
“Se crean dos establecimientos: aquellos que cumplen con los requisitos jurídico-administrativos y por lo tanto operan correctamente dentro del marco legal y por otro lado, casos como el del IICS que sin cumplir con los requisitos jurídico-administrativos, son habilitados”, había respondido el Dr. Galiano.
Para el profesional se debe tener en cuenta que la propia ARRN posee como titular a una persona con nulos conocimientos o preparaciones referentes a la física médica, hecho que no resulta llamativo pues habitualmente el ente es elegido como lugar para cargos políticos, como ya se observó con su último presidente, quien fue un ingeniero forestal.
De este modo, con tanto sistema protocolar y también la existencia de habilitaciones provisorias, en el caso de equipos que puedan ser necesarios en el tratamiento contra el cáncer, la burocracia existe por encima de la urgencia de su utilización.
