La aseguradora alemana analizó las medidas más importantes que se están introduciendo o debatiendo en la actualidad para frenar el calentamiento global y concluyó que, solo para el sector energético, el coste adicional será de US$900.000 millones. Nuevas reducciones en el límite de emisiones o regulaciones industriales podrían elevar esa cantidad. El informe sale a la luz conforme los representantes de casi 200 países mantienen conversaciones sobre el clima en Madrid para hacer cumplir el Acuerdo de París 2015 a fin de limitar la contaminación de los combustibles fósiles. La Organización de las Naciones Unidas advirtió que la perspectiva climática mundial es “sombría”, y las protestas de que los Gobiernos mundiales no están haciendo lo suficiente para evitar el calentamiento mundial se están intensificando.
“La transformación que se necesita con urgencia a un sistema económico neutral respecto al clima futuro requiere una estrecha cooperación entre el Estado y las empresas en vista de los altos costes de transformación”, dijo Ludovic Subran, economista jefe de Allianz. “La transición a economías climáticamente neutrales solo podrá tener éxito si las empresas no están sobrecargadas y ambas partes gestionan activamente el cambio estructural”.
Allianz argumentó que la mayoría de las empresas están “insuficientemente preparadas” para la ola reguladora que se aproxima, y les instó a evaluar sus emisiones y abordar los efectos indirectos, incluida la transmisión de la cadena de suministro y los riesgos financieros.
“El mayor riesgo es la pérdida total de valor de ciertos activos o negocios enteros”, decía el informe.
Diversos países y comunidades de todo el mundo ya están sufriendo fuertes impactos derivados del cambio climático, entre los que se incluyen sequías, inundaciones, desastres naturales más frecuentes e intensos, y aumento del nivel del mar. Y los sectores más pobres y vulnerables son los más afectados. Con cada año que pasa, se incrementan los riesgos de que no sea posible acotar el cambio climático. A menos que se tomen medidas urgentes, el cambio climático podría empujar a otros 100 millones de personas a la pobreza para 2030.
Esto también podría significar que, para 2050, 143 millones de habitantes de tres regiones en desarrollo se conviertan en migrantes climáticos, en vista de que muchas personas, familias e incluso comunidades enteras se verán forzadas a buscar sitios más viables y menos vulnerables para vivir.