miércoles, abril 23

Mancha imborrable a su mandato

El temperamental inquilino de la Casa Blanca sa­bía que ayer 18 de diciembre de 2019 se convertiría en el tercer pre­sidente de Estados Unidos en enfrentarse a un posible proceso de destitución, un juicio que permanecerá como una mancha imbo­rrable de su mandato. La fecha formará parte de los manuales escolares y los libros de historia.

Pero el presidente de 73 años, dotado de una ener­gía poco común, un gusto innegable por la confronta­ción y un sentido político real, también quiere usar este día como base de otra pelea, las elecciones presi­denciales del 3 de noviem­bre de 2020.

Ningún periodista lo vio el miércoles por la mañana en la Casa Blanca, su agenda del día fue ligera. Como de costumbre, la mejor ma­nera de tomarle el pulso al 45° presidente de Estados Unidos es visitar su cuenta de Twitter (@realDonald­Trump ), con 67 millones de seguidores. Y si nos basamos en su actividad en la red so­cial, parece que mantuvo la vista clavada en la pantalla de su televisor durante la mayor parte del día.

La actividad comenzó tem­prano, a las 07H34 de la mañana en Washington, antes de que comenzara a trabajar la Cámara de Representantes: «Pueden creer que hoy me acusarán la izquierda radical, los demócratas que no hacen nada, ¡Y NO HE HECHO NADA MALO!», según publicaciones de medios internacionales.