Seguramente escuchaste la creencia popular de que si despiertas a un sonámbulo se va a volver loco o ya te topaste con que amaneces con una ropa distinta o con una taza de café a tu lado y no recuerdas cuándo la serviste. En esta nota te ayudaremos a contestar algunas dudas sobre este tipo de parasomnia.
Primeramente, debes saber que las parasomnias son un grupo de alteraciones del sueño muy variadas y, en general, benignas, que se manifiestan como una conducta o experiencia no deseada que tiene lugar durante el sueño. Se clasifican según la fase del sueño que aparecen y la forma en que se manifiestan.
El sonambulismo constituye, junto con los terrores nocturnos y el despertar confusional, el grupo de parasomnias del despertar. Suele tener lugar durante el primer tercio de la noche, coincidiendo con el episodio más largo de la fase del sueño no REM -sueño profundo-, en la hora o dos horas posteriores tras habernos quedado dormidos. En los adultos, puede ocurrir también durante el sueño superficial y en la segunda parte de la noche.
Según comentó la psicóloga Julie Meire, “las emociones que no nos atrevemos a sentir en vigilia las sentimos durante el sueño. Por lo tanto, el sonambulismo es una manifestación de lo no vivido y no reconocido de forma consciente. Para evitarlo es preciso cambiar un estilo de vida, tener un enfoque distinto de la vida”.
La profesional agregó que la persona sonámbula no sabe que lo es, entonces, no tiene un actuar específico, no significa que durante el día sea más irritable o tenga menos concentración. La psicóloga recomendó a todos los lectores buscar orientación y enfocarse siempre en lo que les gusta, no obligarse, por ejemplo, a estar con una pareja o en un trabajo que no desean. “Aprender a seguir el corazón”, es la clave para luchar contra el sonambulismo.
Meire refirió que no pasa nada si se le despierta a un sonámbulo, solo si se hace bruscamente puede haber un susto nada más.
Con respecto a esto, la psicóloga Lourdes Palacio, señaló que si esa persona está haciendo algo, como por ejemplo, servirse una taza de café, se le puede ayudar a que termine su acción, luego orientarle hasta la cama y hablarle suavemente.
A decir de la psicóloga, otro de los mitos es que se cree que siempre tienen que caminar con brazo extendidos y ojos cerrados, pero no es así, caminan con los ojos abiertos incluso para ver por dónde van, abrir puertas, subir o bajar escaleras, etc, pero su funcionamiento cognitivo, su consciencia y su capacidad de juicio están muy alterados.
¿CUÁNTO DURA?
La duración del episodio de sonambulismo puede oscilar desde unos segundos hasta treinta minutos o una hora. La mayoría dura menos de diez minutos. En los adultos, la duración suele ser mayor que en los niños. Si no se le perturba, el sonámbulo suele regresar a su cama a dormir o seguir haciéndolo en cualquier otro sitio.
“El sonambulismo se da en niños y adolescentes principalmente, pero también en adultos. No hay causa exacta, pero el uso de algunos medicamentos, exceso de alcohol, estrés físico o emocional, una mala rutina de sueño, puede aumentar la posibilidad de tener un episodio de sonambulismo”, afirmó Palacio.
Asimismo, las consecuencias pueden ser que las personas sonámbulas sientan vergüenza o que durante el episodio sufran una lesión o un accidente. “Hay que cuidar la salud mental, dormir y despertar en horarios regulares, hacer actividad física, meditar, respirar, así se evitan otros trastornos mentales como depresión o ansiedad”, concluyó la especialista.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
Según la National Sleep Foundation, entre el 1% y el 15% de la población sufre sonambulismo, y resulta muy frecuente en los niños, ya que la prevalencia desde los 4 a los 8 años suele ser del 10% al 20%.
Cuando comienza el episodio de sonambulismo, la persona que lo sufre despierta bruscamente, pero de manera parcial. En este estado lleva a cabo conductas motoras de menor o mayor complejidad, como sentarse erguido en la cama, mirar alrededor, gesticular, frotarse los ojos o caminar por la habitación o la casa.
Si tenés un sonámbulo en casa es recomendable crear un entorno seguro, asegúrate de que no hay cables, objetos o muebles con los que pueda tropezar, bloquea las escaleras con una valla o puerta de seguridad, asegura bien las ventanas y cierra la puerta de casa con llave. Mantén también fuera de su alcance los artículos con que pueda cortarse, pincharse o quemarse como, por ejemplo, cuchillos y estufas.
Evita también que duerma en una cama alta como, por ejemplo, el piso superior de una litera. Si se trata de un adulto, guarda bien las llaves de los vehículos.
No es necesario que le despiertes, guíalo con delicadeza hasta la cama. Asegúrate de que duerme las horas suficientes y procura que no se acueste con la vejiga llena.
