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De la calle a la escuela de fútbol

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Este año, el Club Sportivo San Lorenzo firmó un convenio de cooperación técnica con el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, aportando de esta manera, al trabajo de rehabilitación de niñas, niños y adolescentes que residen en el Centro de Convivencia Pedagógica del MINNA.

Estos niños y adolescentes han pasado por variadas situaciones de vulnerabilidad, que en muchos casos, no les permiten visualizarse más allá de su día a día. El trabajo de rehabilitación comienza con el proceso de deshabituación de la vida en calle, donde se tienen entrevistas con psicólogos y trabajadores sociales.

“Es más o menos reconstruir su vida, su identidad”, comenta Eduardo Sosa, director de Protección y Promoción de Derechos del MINNA, “muchos han estado mucho tiempo en las calles, no conocen otra vida; tienen que tener de nuevo una disciplina diaria, como levantarse a cierta hora, ir a la escuela, tener una hora para comer, otra para dormir, etc.”.

En el centro Ñemity, desarrollan además, varias actividades complementarias a las escolares como talleres de música, talleres de oficios (fontanería, peluquería, técnico de celulares). En convenio con la ASES de Italia, se desarrolló el proyecto “Huerta y cría de animales de corral”, donde aprendieron a limpiar, abonar, plantar y cuidar una huerta de autoconsumo, además del cuidado de animales de corral como conejos, patos, gallinas y cabras.

En convenio con la Asociación Paraguaya de Ajedrez, pudieron acceder a talleres, tableros y piezas de ajedrez, con los cuales aprenden a las diferentes dinámicas que estimulan la paciencia, la concentración y destreza en estrategia.

Los adolescentes ahora pueden aprender a mejorar sus resistencia y técnicas futbolísticas, gracias a este nuevo convenio, con el que pueden acceder a la Escuela de Fútbol del Club Sportivo San Lorenzo “El Rayadito”.

“Yo sueño con ser famoso, salir en la tele, ser el mejor arquero y que todos me conozcan como a Messi”, expresa muy animado Miguel, un niño de tan solo 9 años que espera con ansias los días de práctica, que son los martes, miércoles y jueves.

Durante las prácticas aprenden nuevas técnicas y resistencia física a través del entrenamiento dirigido, que se intercalan entre ejercicios y juego. El convenio firmado entre el MINNA y el Club San Lorenzo, tiene como objetivo fortalecer acciones de prevención, sensibilización y difusión de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, a fin de disminuir progresivamente la vulneración de sus derechos, en especial el abandono, abuso, maltrato físico y psicológico, a través de la sana práctica del deporte y la difusión de la campaña #TodosSomosResponsables #HacéTuParte.

En entrevista con David, otro de los niños participantes de la Escuela de Fútbol, expresó que antes, él no visualizaba que podía ser alguien en la vida, “pensaba que nunca más iba a vivir bien, ahora quiero practicar bien el fútbol, para llegar a ser el mejor jugador, porque solo así, te agarran en los clubes, y yo quiero jugar para San Lorenzo y ser el mejor jugador de Paraguay”.

De 11 años de edad, David reside hace aproximadamente un año en el Centro Pedagógico Ñemity; y junto a los demás adolescentes del Centro, se encuentra conviviendo y aprovechando todas las oportunidades para crecer y sobresalir que ofrece el MINNA, en tanto se solucionan los procesos familiares que en un principio le hicieron vivir en la calle.

El Centro de Convivencia Pedagógica Ñemity del MINNA, ubicado en Reducto, San Lorenzo, es un espacio de aprendizaje que alberga a adolescentes en situación de calle, que requieren de protección y acompañamiento técnico adecuado.

Allí se construye con ellos un plan de vida, se establecen estrategias para cada uno, restituyéndoles sus derechos básicos, como la identidad, educación, recreación, formación para una posterior salida e inserción social o familiar. El tipo de acogimiento es el de modalidad residencial de larga estadía

Está diseñado para proteger a 40 niños, niñas y adolescentes. Allí conviven con un educador o educadora en residencias independientes, teniendo en cuenta la edad y el sexo. Totalizan cinco casas, con todas las comodidades.

La reestructuración psicológica y social, así como la capacidad de convivir de manera saludable en su entorno, son los elementos que determinan el proceso de cada beneficiario, lo que finalmente permite establecer nuevas y mejores formas de relacionamiento, personal, social, familiar y comunitario.