Haciendo una mirada desde la distancia hacia el Partido Colorado, el exsenador Bader Rachid Lichi, un referente histórico, comentó con emoción que “lo lleva en el alma”.
“Nací prácticamente con mi Partido, ya que mi familia es una familia Colorada, la mayoría de mis tíos han sido presidentes, constituyentes. Es decir, siempre he sentido al Partido, está integrado en mi espíritu y hoy siento una gran pena”, señaló en entrevista con el periodista Juan Pablo Fernández Bogado para Radio Libre.
¿Si tuviese que calificar el momento que vive el Partido Colorado, cuál sería?
El partido parte de un principio fundamental, como lo decía el general Bernardino Caballero en 1887, no todos podemos pensar de igual manera. La democracia es la convivencia dentro de la discrepancia respetuosa, y ya eso lo decía 1887, quiere decir que esa discrepancia o diálogo con respeto es lo que siempre se ha pregonado dentro del Partido Colorado, cosa que ahora no se cumple ni se ha cumplido, va de sorpresa en sorpresa.
Este arreglo entre cuatro paredes, los que conocemos algo en la historia política del Partido, recordamos que había un grupo a quienes se les llamaba los cuatro por cuatro, refiriéndose a las cuatro paredes. Los cambios que se hicieron últimamente sin participación de la Junta de Gobierno, cambios importantes, como el secretario político, el vicepresidente, todo eso está estipulado expresamente en el Estatuto Partidario donde habla claramente que el cambio de una autoridad importante necesita las dos terceras parte de los 90 presentes y en este caso no. Aquí desde un principio del 4 por 4, y eso lastima a un expresidente del Partido que durante 4 años insistió en el respeto a través de la doctrina y a su principio. Me siento lastimado.
¿Esta presidencia no está ni siquiera a la altura del taco que usted suele pisar?
Los hechos lo dicen todo. Ahí, en la Junta de Gobierno, anteriormente, el único que participaba diariamente en sus actividades era el secretario político, Miguel Ángel López Jiménez, un señor del Partido, y lo cambian como si fuera nada. No existe el presidente del Partido, no participa en la Junta de Gobierno, ni siquiera de paso, y quien se quedaba a cubrir esa vacancia era el estimado y apreciado amigo Miguel Ángel López, cosa que a nosotros los hombres de tradición partidaria nos lastima, nos lastima muchísimo.
¿Este acuerdo entre cúpulas le puede hacer caer al Partido Colorado?
Los acuerdos de cúpula nunca funcionaron. Hoy nos encontramos con una división que a la larga atomiza al Partido y llega a la anarquía porque las grandes movilizaciones de masa ya no sucederán más en el futuro por esta situación actual y el proselitismo será a través de las redes sociales, que no es lo mismo el tú a tú, cara a cara.
Esto se va a complicar y va a complicar la chance del Partido, va a atomizarlo, esto de las 150 inscripciones de la lista para las elecciones internas para la intendencia, con proyección al Partido, atomiza. A mí con 62 años de vida partidaria me sorprende de sobremanera.
¿Por qué le sorprende, doctor?
Yo he leído mucho en la guía partidaria y la única vez que hubo algo así como 10 listas de inscripción fue después del 89, pero jamás he visto algo así, casi 150 candidaturas inscritas en el Tribunal Electoral Partidario como la que tenemos ahora. No es que va a fortalecer, va a atomizar por cuestiones personales y pasajeras.
¿Usted cree que en realidad lo que están haciendo es generar pequeños grupos para luego buscarle el manotazo en su momento? O sea, ¿es más que nada un negocio, más que el Partido?
Decía Bernardino Caballero, primero la patria, segundo la patria, tercero la patria y después las cuestiones personales y pasajeras, y aquí al contrario, primero se cumple eso que te estoy diciendo y después la patria.
¿Y estas figuras jóvenes como Nenecho y Enrique Riera, que buscan volver al tradicionalismo? ¿Usted compra de esos discursos?
Enrique Riera siempre ha mantenido esa postura. Él es el líder del Movimiento de Dignidad Republicana, participó en varias elecciones con su propio movimiento y siempre ha mantenido esa postura en el respeto a la tradición partidaria.
Nenecho es justamente eso también, proviene de una familia de tradición colorada. Enrique es un hombre del Partido con una gran tradición partidaria. Su padre, un hombre pico de oro del Partido, conozco a Enrique Riera como un gran dirigente partidario.
Le preguntaba a otros dirigentes si el presidente de la República es rehén de Horacio Cartes. Muchos me decían que en realidad no es tan así, que los dos siempre están de acuerdo por más de que muestren una cara contraria hacia la gente.
¿Cómo se puede entender esta relación que no construye realmente al devenir de nuestro país?
Hay un problema interno principalmente del Movimiento Colorado Añetete del cual yo no formo parte ya que pertenezco al Partido y nada más que al Partido. Dentro del Colorado Añetete hay división desde el principio, y en cambio, la bancada de Honor Colorado siempre se ha mantenido incólume, con un líder que lo ha mantenido en hilo. Entonces, aquí fue donde se fraccionó.
Leo la jugada de Marito en tratar de sobrellevar esta situación hasta la finalización de su mandato, ya que dentro de su movimiento hay, digamos, alguno de sus dirigentes o la mayoría de sus dirigentes, de ambos bandos, el propio o su propia bancada.
