El ex presidente de Bolivia Evo Morales, que se había instalado en México tras su salida del poder en medio de una crisis política que se agravó con un golpe de Estado, llegó a la Argentina en medio de un operativo secreto y se quedará en el país como «refugiado», según confirmó el canciller Felipe Solá.
«Les he dado asilo para que entren al país, pero están firmando ahora el pedido de refugio, que es una condición diferente y la debe aprobar el Ministerio del Interior. La diferencia entre el asilo y el refugio es que este último está normado. En cambio, el asilo no tiene normas, no está reglamentado», indicó el canciller.
Además, Solá aclaró que el reglamento exige una serie de pautas: «Nosotros queremos de Evo Morales el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina».
Según el funcionario, junto con Morales también llegaron su ex vicepresidente, Álvaro García Linera; la ex ministra Gabriela Montaño y el ex canciller Diego Pary Rodríguez.
Morales había viajado a Cuba desde México por un tratamiento médico y, luego de la asunción de Fernández como presidente, decidió aceptar una invitación del nuevo mandatario para instalarse, al menos por un tiempo, en Buenos Aires.
El mes pasado, antes de la asunción de Fernández, habían llegado a la Argentina los dos hijos de Morales -con quienes el ex presidente tiene poca relación personal- y se instalaron en dos departamentos en Buenos Aires.