El encuentro sexual está repleto de diferentes energías que constituyen una mezcla de placeres para dos personas. Para brindar un éxtasis sin fin dentro del relacionamiento, normalmente se buscan diferentes técnicas que generen una satisfacción cada vez mejor que la anterior.
Así, entre las nuevas posturas o diversidad de juguetes con los cuales puedas experimentar, viene una práctica que puede brindar dentro de tu relación un viaje sin vuelta al clímax.
Se trata de la doble penetración, y aunque resulte algo chocante en un principio, el placer que te promete es único y completamente satisfactorio. Siempre que esté consensuado y exista la suficiente apertura y confianza en la pareja, esta práctica puede cambiar tu monotonía sexual.
CÓMO EMPEZAR
“Estimular el recto además del clítoris, vagina y cérvix añade capas de calidad, complejidad, intensidad y en consecuencia placer al orgasmo”, definieron en un artículo los doctores Barry Komisaruk y Beverly Whipple, que estudian los orgasmos femeninos.
La clave principal para empezar una doble penetración es que la mujer esté muy excitada y bien lubricada para la actividad. Iniciar con sexo anal también puede facilitar a que la mujer se acostumbre y se encuentre completamente dilatada para lo que se viene.
El nivel de excitación antes de una doble penetración debe ser muy intenso y, como el ano no produce su propia lubricación, resulta necesario uno sin escatimar con el mismo.
Casi cualquier posición resulta cómoda para disfrutar de una doble penetración, lo ideal siempre es respetar los límites de la pareja, que ambos se sientan cómodos y las ganas de descubrir una diversidad de sensaciones placenteras siempre esté presente para que gocen satisfactoriamente de la práctica.
UN PLACER DUPLICADO
La doble penetración es más conocida como una simple categoría pornográfica, en la que siempre se ve a dos hombres penetrando a una mujer, uno por la vagina y el otro por el ano. Sin embargo, esto es solo un estilo de la práctica mencionada.
La otra variante que se practica es donde la penetración anal y vaginal ocurren simultáneamente, pero utilizando los dedos además del pene en el mismo orificio o en uno diferente, o simplemente dejar de lado el pene para usar un vibrador de doble cara que haga el trabajo.
En cualquiera de sus vertientes, esta práctica busca hacer una introspección de la manera en que vivís tu sexualidad y lo que estás dispuesto a hacer para probar nuevas formas del placer.
La doble penetración no solo estimula el cuerpo de la pareja, sino también los deseos más recónditos de ambas personas que son puestos en práctica para buscar juntos el punto máximo del placer.
Consejos básicos para la doble penetración:
– Dilatación: más allá de la vagina, el ano debe estar muy bien dilatado para que no existan molestias durante el acto sexual. Los juegos previos y algunos juguetes podrían ayudar a mantener dilatada la zona hasta el momento del acto.
– Lubricación: aparte de lubricar el ano, para evitar posibles molestias, tampoco se debe dejar de lado a la vagina, ya que durante una doble penetración vaginal, que la misma se encuentre lo suficientemente mojada evita fricciones incómodas.
– Previene infecciones: nunca penetres analmente y luego vaginalmente sin cambiar de preservativo o, en el caso que no lo utilices, debes lavar bien tu pene o los juguetes, esto para no causar una infección vaginal severa.