Por Camilo López Delgado, analista internacional
Con 143 votos a favor, 9 rechazos y 25 abstenciones (incluido el voto de Paraguay), la resolución fue aprobada en una sesión del décimo período extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea General enfocada en el tema “Medidas ilegales israelíes en Jerusalén Oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado”. La jornada fue marcada por discursos en los que se habló sobre el papel de las Naciones Unidas, y se pidió dar una solución justa y duradera para acabar con la guerra.
El presidente de la Asamblea abrió la sesión llamando a los presentes a reafirmar su compromiso con la paz y a cumplir con los principios de las Naciones Unidas. Manifestó que es urgente lograr un acuerdo que permita un alto al fuego que ponga fin al sufrimiento, que libere a todos los rehenes, que proteja las vidas civiles inocentes y que garantice el acceso humanitario irrestricto a todos quienes lo necesiten. Llamó a los estados a trabajar en pos de construir una paz duradera que salve vidas.
Aunque la Asamblea General no tiene la autoridad para admitir un estado como miembro pleno de la organización —una competencia exclusiva del Consejo de Seguridad—, la resolución aprobada amplió los derechos de Palestina como miembro observador. Aunque no concedió derecho a voto, sí permitió a Palestina sentarse alfabéticamente junto a los demás Estados Miembros, presentar propuestas y puntos para la agenda, y participar plenamente en conferencias internacionales y reuniones organizadas bajo los auspicios de la Asamblea General, entre otros puntos.
Antes de la votación, el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, manifestó que la vida de los palestinos se derrumba de manera brutal y devastadora, y señaló que ninguna persona tendría que soportar tanto sufrimiento. Hizo un llamado a la comunidad internacional para apoyar el derecho de su nación a vivir libremente en su tierra ancestral y expresó: “Queremos paz y libertad”.
Por su parte, el embajador de Israel, Gilad Erdan, intervino posteriormente en la sesión plenaria, dirigiéndose al pleno y acusando a los presentes de querer otorgar derechos y privilegios al “futuro estado terrorista de Hamas”, y de abrir las puertas de las Naciones Unidas a “los nazis de tiempos modernos y el Hitler de nuestros tiempos”. Erdan enfatizó que esta acción equivalía a despedazar la Carta de las Naciones Unidas, ilustrando su punto al sacar una trituradora de papel y destruir una copia de la Carta en señal de protesta.
Junto con la ampliación de los derechos de Palestina como miembro observador, la resolución también insta al Consejo de Seguridad a reconsiderar la membresía de Palestina. Cabe recordar que esta iniciativa fue rechazada debido al veto de Estados Unidos el pasado 18 de abril. Aunque Estados Unidos ha expresado su apoyo a la solución de los dos estados y a la creación de un estado palestino, rechazó la resolución de la Asamblea General, manteniendo su postura de que la única vía viable son las negociaciones entre las partes y no lo que considera “medidas unilaterales” por parte de las Naciones Unidas. Todo parece indicar que si el tema regresa al Consejo de Seguridad, el resultado podría ser el mismo que el observado el 18 de abril.