Altos niveles de contaminación se registraron en los últimos días a causa de los incendios forestales registrados. La capital del país respiraba humo, lo que significaba una gran polución en el aire.
Eduardo Muñoz, de la Dirección de Meteorología, manifestó que el satélite captó que en el país hay unos 2.904 focos de calor. Principalmente se observan en el bajo Chaco y sobre el margen del Río Paraguay.
La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) informó que realizan trabajos para sofocar el fuego en la ribera del Río Paraguay entre Asunción y Presidente Hayes, debido a incendios forestales ocasionados por la sequía de varios meses. Para el efecto, el ministro Joaquín Roa, acompañado de técnicos y bomberos forestales de la SEN, sobrevolaron la zona de la Costanera de Asunción y el décimo quinto departamento.
Paraguay perdió más de 312 mil hectáreas en el Chaco paraguayo a raíz de los incendios, según cifras de la SEN. “¡Alto a los incendios! Quemar basuras o aserrín puede generar un gran incendio forestal. Prevenir es tarea de todos!”, es el mensaje de la campaña comunicacional de la SEN.
La Secretaría lleva adelante una campaña de concienciación, instando a la población a evitar la quema de basuras y campos; y en caso de incendios, llamar al 911 o los bomberos voluntarios y autoridades locales.
Sola hace cuestión de una semana, la SEN advirtió del peligro de nuevos incendios forestales causados por la quema de basura domiciliaria, matorrales, campos o pastizales, teniendo en cuenta que las condiciones climáticas actuales no son favorables para este tipo prácticas, a pesar de las lluvias registradas en la última semana.
Bahía de Asunción y el Banco San Miguel
Unas 100 personas de la comunidad San Miguel del Bañado Norte se vieron afectados por el incendio que consumió más de 50 hectáreas y que destruyó el hábitat de muchas especies. La Bahía de Asunción y el Banco San Miguel representan un importante refugio de especies de aves migratorias, de algunas especies casi amenazadas y con problemas de conservación.
Alvarenga explicó que según estudios, Asunción cuenta con unas 270 especies de aves, y llega a aproximadamente 300 cuando las aves migratorias bajan a la reserva luego de largos viajes, donde se alimentan y recuperan fuerzas, toda vez, claro está, que las condiciones del hábitat sean las adecuadas.
DEFORESTACIÓN PARA DAR PASO A LA MARIHUANA Y GANADERÍA
Entre 2001 y 2019, en Paraguay se perdieron 6.033.095 hectáreas de cobertura arbórea. Aseguran que no se cumplen las leyes ambientales. Asimismo, cuestionan que nunca en la historia del país una persona fue a la cárcel por deforestación o por generar incendios en zonas naturales. El país figura entre los más deforestados de la región, según informe.
De acuerdo con el último informe de Global Forest Watch (GFW), Paraguay perdió 6.033.095 hectáreas de cobertura arbórea entre el 2001 y 2019, siendo junto a Colombia los que más espacios verdes perdieron en este lapso de tiempo, la deforestación es la principal causante del daño a la naturaleza. Según lo que explicaron los especialistas, la deforestación en el país se da principalmente para la expansión de la agricultura y la ganadería, como así también para el cultivo de marihuana.
Paraguay en tiempos de la colonización tenía 27 millones de hectáreas de bosques, de los cuales solo quedan 12,9 ha. debido a la deforestación. En los últimos 25 años ya perdimos el equivalente a 600.000 canchas de fútbol.
“La deforestación es un tema complicado lo que pasa en primer lugar es que la gente quiere transformar su uso, ya sea para el segmento agrícola o ganadero, empiezan a degradar los bosques entre ellos los árboles más valiosos se convierten en carbón o muebles y posteriormente llaman al Instituto Forestal Nacional, para declararlo como zona no bosque. No hay que generalizar las cosas porque hay ganaderos y agricultores que sí cumplen con las normas ambientales”, manifestó Lucy Aquino, directora y representante país de WWF- Paraguay.
La representante informó que a nivel mundial se trabaja para mitigar la deforestación, en diferentes aspectos. “Hoy en día hay mercados para la carne principalmente en Europa, que exigen que la carne tenga trazabilidad y que haya transparencia en el desarrollo, que no haya deforestación por ejemplo. En poco tiempo más nadie va poder exportar cosas que no provengan de una trazabilidad sistematizada”, agregó.
El estudio expuesto por GFW, resalta que el 93% de la pérdida de masa forestal en Paraguay se dio por actividades ligadas a la producción de materia prima como la carne vacuna, la soja y la madera. De hecho, Paraguay es considerado uno de los mayores exportadores de soja y de carne en todo el mundo. La deforestación para el cultivo de marihuana es otra actividad practicada.
“Con relación a los fines de la deforestación, en la región Oriental la mayor deforestación que observamos con nuestros mapas satelitales, son deforestaciones para plantación de marihuana y ocurre específicamente en lugares como parques nacionales y áreas protegidas, tales como en la zona del Mbaracayú, reserva Morombí, el Parque San Rafael. Mientras que en la zona del Chaco, todavía tenemos la deforestación legal, porque en la zona de la Biosfera del Chaco, la obligación es dejar un 50% de reserva forestal y en las otras zonas es del 25%, como así también se deben dejar los bosques ribereños protectores de usos hídricos, también vemos que la deforestación legal sigue y hay un 20% de la deforestación que no se sabe si es legal. La gente quiere que se hable de desmonte cuando es legal y deforestación cuando es ilegal; para nosotros es la misma cosa, deforestación, desmonte cambio del uso de suelo”, aseguró la representante país de WWF.
Indicó que también hay muchas falencias en la protección de las tierras indígenas, principalmente, y en la reforma agraria que todavía no llegó. Por otra parte, expresó que las leyes que existen en el país “son leyes muy buenas, pero necesitan reglamentarse en algunos casos. Lo que pasa es que hay mucha impunidad y se hacen sobreseimiento o las penas son de muy bajo calibre para los infractores”.
Desde el 2005 hasta hoy nadie fue preso, pese a estar vigente la ley de “Deforestación Cero”, promulgada hace unos 15 años que impone sanciones carcelarias de 3 a 8 años o multas a los infractores.
Las dos regiones del país fueron responsables del 67% de toda la pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2019. Boquerón tuvo la mayor pérdida de cobertura arbórea con 2,42 Mah en comparación con un promedio de 335 kha. Con respecto a los incendios a nivel país , se quemaron el año pasado 300 mil hectáreas de superficie, en lo que va del año alcanzaron las 20 mil hectáreas.
El GFW determina algunas categorías en su proceso de recabar datos sobre deforestación. Por ejemplo, tiene identificado los bosques primarios de cada región, es decir, aquellos bosques nativos y naturales que no han sufrido cambio o modificación natural, como un incendio. En ese sentido, Paraguay también tiene cifras muy importantes, colocándose en el quinto lugar en Sudamérica como el país que más ha destruido sus bosques primarios del 2002 al 2019, con un millón diez mil hectáreas destruidas.
Un reciente informe divulgado por el Sistema de Información Pública del Instituto Ambiental de Estocolmo, señala que Paraguay tiene un riesgo de deforestación de 734 hectáreas por cada 1.000 toneladas de carne vacuna exportada. Este índice lo ubica entre los países que más deforestan en el mundo para la producción de carne. Brasil, el principal exportador mundial del rubro, desmonta 88 hectáreas/1.000 toneladas de carne.
La humareda en Central
Con respecto a la humareda que azota hace algunos a la ciudad de Asunción y alrededores, son efectos de los incendios de los campos y esteros por el bajo cumplimiento de la leyes ambientales, afirmó el consultor ambiental Luis Recalde.
“En Paraguay nunca una persona se fue a la cárcel por deforestación y nunca se le detuvo a alguien provocar incendios que son cosas que ocurren todo el tiempo y todos los años. En lo que respecta a los efectos de la deforestación, a corto plazo lo que tenemos es mucha contaminación mientras que a largo plazo podemos tener problemas degradación de tierra y alteraciones del clima que ya se sienten”, aseveró el profesional.
Sobre ese punto, Lucy Aquino, agregó que también obedece en parte por la sequía que se tiene luego de más de 50 años y los incendios en el Pantanal de Brasil que no se puede controlar.
