Por Bloomberg News
(Bloomberg) -La última andanada de lanzamientos de misiles de China en la masa de agua más disputada del mundo sirvió como advertencia a dos objetivos clave de Estados Unidos: los portaaviones y las bases regionales.
Los misiles lanzados al Mar de China Meridional el miércoles incluyeron el DF-21D y el DF-26B, informó el South China Morning Post, citando a una persona cercana al Ejército Popular de Liberación. Esas armas son fundamentales para la estrategia de China de disuadir cualquier acción militar frente a su costa oriental al amenazar con destruir las principales fuentes de proyección de poder de Estados Unidos en la región.
“China les está indicando a los EE. UU., A sus aliados y socios que China tiene una respuesta a los grupos de ataque de portaaviones de EE. UU., Una respuesta que siempre está disponible y que no depende de los programas de despliegue”, dijo Carl Schuster , miembro adjunto de la facultad de Hawaii Pacific. Programa de diplomacia y ciencia militar de la Universidad y ex director de operaciones en el Centro de Inteligencia Conjunta del Comando del Pacífico de EE. UU. “En efecto, China está diciendo: ‘Si Estados Unidos coloca dos portaaviones en el Mar de China Meridional, enviamos allí misiles destructores de portaaviones'”.
Los lanzamientos muestran a Estados Unidos el costo creciente de cualquier conflicto armado, con un recordatorio de alto perfil del creciente arsenal de misiles balísticos de mediano e intermedio alcance de China . El presidente Xi Jinping lanzó la nueva Fuerza de Cohetes del EPL como parte de un desfile militar masivo en octubre, mostrando una capacidad que desafía la superioridad militar estadounidense en Asia por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Investigadores de la Universidad de Sydney advirtieron el año pasado que los misiles chinos podrían acabar con las bases estadounidenses en las “horas de apertura” de cualquier conflicto.
Un funcionario de defensa estadounidense que pidió no ser identificado le dijo a Bloomberg News que China disparó cuatro misiles balísticos de mediano alcance durante una serie de ejercicios militares esta semana. Aterrizaron en el mar entre la isla de Hainan en el sur de China y la disputada cadena Paracel cerca de Vietnam, dijo el funcionario, no muy lejos de donde los transportistas estadounidenses realizaron simulacros en las últimas semanas para respaldar la decisión de la administración Trump de desafiar los reclamos de soberanía de Beijing.
“La realización de ejercicios militares sobre territorio en disputa en el Mar de China Meridional es contraproducente para aliviar las tensiones y mantener la estabilidad”, dijo el Pentágono en un comunicado el jueves. Las “acciones de China, incluidas las pruebas de misiles, desestabilizan aún más la situación en el Mar de China Meridional”.
El Ministerio de Defensa chino reiteró su afirmación de que los ejercicios no estaban dirigidos a ninguna nación el jueves, sin mencionar el lanzamiento de misiles. Aún así, el portavoz del ministerio, el coronel senior Wu Qian acusó a “algunos políticos estadounidenses” de intentar provocar un conflicto entre las dos naciones y dijo en una sesión informativa en Beijing que China “no tenía miedo”.
El jueves, el ejército de China emitió un comunicado diciendo que expulsó a un destructor de misiles guiados de la Armada de Estados Unidos que “invadió” las aguas cercanas a las Islas Paracel. “Instamos a Estados Unidos a detener este tipo de actos de provocación, a administrar estrictamente las operaciones militares marítimas y aéreas y restringir estrictamente a sus tropas de primera línea, para evitar accidentes”, dijo Li Huamin, portavoz del Comando de Teatro Sur del ejército chino.
Las pruebas de misiles parecían estar destinadas al consumo estadounidense, en lugar de a una audiencia nacional, y la cobertura en la Internet fuertemente censurada del país se limita en gran medida a informes de medios extranjeros . A principios de esta semana, China protestó por el vuelo de un avión espía estadounidense U-2 cerca de la zona de ejercicios en el Mar Oriental de China, presumiblemente para recabar información sobre las capacidades del país.
“El objetivo es probar la capacidad de las tropas”, dijo Li Jie, un experto naval con sede en Beijing, que no llegó a confirmar la prueba de misiles. “Se podría decir que está enviando una advertencia a EE. UU., Ya que EE. UU. Ha aumentado sus actividades militares en el Mar de China Meridional”.
Si bien las dos potencias con armas nucleares tienen muchos incentivos para evitar un enfrentamiento, el riesgo de una escalada aumenta a medida que Estados Unidos y sus aliados buscan hacer frente a un Beijing más asertivo. En las últimas semanas, Estados Unidos llevó a cabo una serie de ejercicios militares en la región y aprobó una venta histórica de aviones de combate a Taiwán, en el contexto de una elección nacional que el presidente Donald Trump ha intentado centrarse en China.
