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Descubre las zonas más erógenas de la mujer

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La especialista invitó a los lectores a conocer el mapa erótico, se trata de las zonas del cuerpo que erogenizan y llevan al descubrimiento de la sensibilidad sensorial, a través de la piel, el órgano sexual más extenso.

“Es por ahí donde ingresan todas las caricias sexoafectivas para activar el resto, desde la cabeza hasta los pies”, explicó Escobar.

¿Ya te animas a conocer tu geografía sexual o la de tu pareja? Según la orientadora sexual, no se puede habitar una geografía sin conocerla y menos cuando se trata del propio cuerpo, el que provee placer, goce, bienestar y salud sexual.

“Se aprende usar el mapa erótico con el autoconocimiento, uno no ama lo que no conoce. Tiene una importancia significativa para desarrollar la comprensión del propio cuerpo, nuestros deseos, fantasías y actitudes amatorias y desde ese lugar privilegiado alcanzar la comunicación con la pareja”, afirmó.

Siempre debes recordar que cada persona es única y diferente, independientemente del género con el que se identifique, y que una buena comunicación erótica te ayudará a conocer aquello que le proporciona más placer a tu pareja, así que no olvides hablar, preguntar, probar y escuchar.

LAS ZONAS DEL ORGASMO 

Siempre hemos sabido que el juego previo es fundamental, aunque muchos no saben que hay zonas específicas que pueden llevar a la mujer al mejor orgasmo de la vida. La vanguardia brindó tips sobre cada una de ellas. 

Espalda: Voltéala boca abajo y pasa tu lengua suavemente por su espalda, iniciando por la nuca hasta llegar a los glúteos. Apenas roza su piel y hazle sentir tu respiración.

Cuello: Tócalo con las manos, con la boca, a cualquier mujer le encantará que le hagas caricias en el cuello. Bésala y muérdela.

Orejas: Susúrrale algo sexy y luego humedece tus labios para deslizarlos por toda su oreja. No olvides mordisquear suavemente, mientras pasas tus dedos sobre su cabello.

Cabeza: Acaricia su rostro con tus dedos índices, después usa la mano para darle un pequeño masaje en la cabeza con tus dedos suavemente. Hazlo mientras ella se recarga en tu pecho y nota cómo se relaja.

Manos: Ahora que está acostada toma sus manos y coloca sus palmas frente a ti para que empieces a frotarlas con los pulgares y con el resto de los dedos acaricia la otra parte de la mano. 

Muñecas: Éstas y los antebrazos serán una forma de relajarla mientras le habla tal vez de algo importante; luego empieza a usar la boca, los labios, los dientes, la lengua y mordisqueala suavemente en el centro de las muñecas y sostén su mano frente a tu cara.

Pies: Podés poner de excusa que es un masaje para ayudarla a relajarse de su día, pero esto te puede llevar a tener grandes dosis de placer. La idea es que utilices algún aceite y frotes cada uno de sus dedos con bastante presión para evitar las cosquillas. Luego puedes empezar a subir.

Tobillos: Sigue con esta parte, verás que las caricias empiezan a ser cada vez más estimulantes; puedes colocar sus tobillos en tus hombros y frotarlos fuertemente. Si haces pequeños círculos con los dedos lograrás que la temperatura empiece a subir.

Muslos: Es momento de llegar a las piernas; ábrelas y acaricia la parte interior y exterior de los muslos, con los dedos y también con los labios, sin dar mordidas y alejándose de la vagina durante un momento hasta que creas que es el tiempo adecuado para pasar la lengua suavemente por los labios mayores de su vagina y luego terminar con una sesión de sexo oral.