Alfredo Molinas: “La sostenibilidad está incompleta si sólo se limita a lo ambiental y social, sin contemplar la columna fundamental que es el desarrollo económico”.
“Ante las nuevas condiciones para firmar el acuerdo MERCOSUR-Unión Europea, los representantes del Paraguay deberían tener un postura firme en defensa de nuestro país” expresa el ingeniero agrónomo Alfredo Molinas, asesor agroambiental de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Molinas expresa la necesidad de revisar en forma urgente los términos de dicho acuerdo “que ponen en jaque especialmente al sector agro-productivo del país por sus impactos más perjudiciales y directos”.
El analista recuerda que los términos originales reconocen el derecho de cada parte a determinar su desarrollo sostenible con políticas y prioridades que establezcan los niveles de protección ambiental y laboral interna que cada parte considere apropiados adoptando o modificando sus leyes y políticas.
Y aclara específicamente: “Ninguna de las partes aplicará leyes ambientales y laborales si ellas se convierten en una restricción encubierta del comercio o una discriminación injustificable o arbitraria”.
Molinas remarca que “ninguno de los países signatarios puede inmiscuirse en las realidades locales en cada país” para agregar luego que en los últimos años vemos que la Unión Europea está jugando al hermano mayor buscando imponer sus políticas en los países del MERCOSUR y eso de por si es irracional por donde se lo mire”.
Llevando el tema a la realidad paraguaya específica, Molinas afirma que antes de imponer condiciones, la UE debiera informarse sobre cómo se hacen las cosas en el Paraguay en temas ambiental
CUATRO PREGUNTAS CLAVE
En esa línea, el consultor de la UGP plantea cuatro preguntas que cambian por completo el enfoque. Y que son:
- ¿Conoce la Unión Europea (UE) algún país que tenga una ley de deforestación cero?
- ¿Conocen la UE algún país en donde los productores deban mantener casi el 50% del bosque nativo intacto dentro sus propiedades privadas?
- ¿Conoce la UE algún país que tenga requisitos de aplicación de herbicidas y fertilizantes tan rigurosos y detallados como el Paraguay?
- ¿Conoce la UE algún país con producción agropecuaria intensiva que mantenga franjas de separación y amortiguación en la proporción que lo hace el Paraguay?
Responder estos interrogantes plantea un formidable desafío para los ambientalistas europeos que sin dudar un momento formulan juicios y recomendaciones por completo ajenas a la realidad paraguaya.
Actualmente, en la región Occidental rige la ley forestal 422 que en su artículo 42 dispone que las propiedades de más de 20 hectáreas con bosques deben conservar el 25% de monte en su estado natural. A eso se le suman las franjas de bosques que funcionan como separadoras de las superficies de producción y las de protección de cauces hídricos. Esto determina que, en la práctica, muchas fincas en actividad agropecuaria dejen intocado entre un 40% y 45% del bosque nativo.
EL PACTO VERDE
El asesor de la UGP agrega que “la hipocresía de algunos países de la Unión Europea es tal que nos quieren hacer creer que tienen un pacto verde europeo. Pero si consideramos las legislaciones ambientales de todos los países del MERCOSUR, probablemente los cuidados ambientales y el crecimiento sostenible en la región sean mucho más verdes que el susodicho pacto de Europa”.
Y advierte claramente que “el desarrollo del país no puede estar subordinado a la convención de cambio climático y mucho menos al tal pacto verde europeo. Y si bien es importante como país colaborar a nivel global en búsqueda de mayor sostenibilidad, no se puede aceptar la imposición de políticas europeas en países en desarrollo como el Paraguay”.
Y rubrica diciendo “que lo sostenible está incompleto si sólo se limita a lo ambiental y social, sin contemplar la columna fundamental que es el desarrollo económico”.