Los demócratas que controlan la Cámara de Representantes en Estados Unidos han anunciado este martes que imputarán al presidente, Donald Trump, con los cargos de abuso de poder y de obstrucción a la justicia, que ahora deben ser votados por el pleno, como parte del juicio político, pero es improbable que éste prospere en el Senado, controlado por sus aliados republicanos.
En el primero de los cargos se acusa al presidente de anteponer sus preocupaciones políticas al interés nacional; y en el segundo, de obstruir los intentos de investigación del Congreso, ha dicho Jerry Nadler, el presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja.
«Nuestro presidente ostenta la mayor confianza pública.
Cuando traiciona esa confianza y se pone por delante del país, pone en peligro la Constitución, pone en peligro nuestra democracia y nuestra seguridad nacional», ha remarcado. Nadler estuvo acompañado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el resto de presidentes demócratas de comités de la Cámara Baja. «Los hechos son incontestables; es una cuestión de deber», ha asegurado Adam Schiff, el presidente del Comité de Inteligencia, en el que se llevaron a cabo varias de las audiencias de la investigación.