Obras, ¿son amores?
Inaugurar por inaugurar decíamos en nuestra edición del viernes. Tras el hallazgo del titulador se alinea un significado mucho más grande. Detrás de la “inauguritis” crónica que padecen no pocos gobernantes -y el Presidente Mario Abdo Benitez no es inmune a esta práctica- parece esconderse la urgencia desesperada de mostrarle al país una dedicación intensa materializada con preferencia en obras públicas. Rutas, puentes, asfaltados, empedrados, túneles y viaductos son las realizaciones preferidas porque fotografían muy bien, están a la vista y palpables in situ por cualquier ciudadano desconfiado de la propaganda oficial. No así las cloacas, los desagües pluviales y las plantas de tratamiento de aguas negras porque van bajo tierra y nadie puede comprobar su existencia.
Es un clásico, ent...