martes, abril 30, 2024
35.1 C
Asunción

¿Cómo regular la crítica?

El criticar consiste en analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios propios de la materia de que se trate. Es un ejercicio muy practicado por algunos con frecuencia hacia lo que sea e incluso a sí mismos, algo que no es tan reiterado cómo llamar la atención a gente o cosas fuera de nuestra forma de ser.

La autocrítica puede ser buena si es constructiva y ayuda a mejorar los defectos y habilidades. Sin embargo, puede ser patológico si la persona nunca está conforme con lo que hace y solo se limita a juzgarse y culparse. Nivel o estado que no ayuda sino entorpece el espíritu y voluntad de cualquiera para empezar o desarrollar cualquier tarea.

Ahora el perfeccionismo entre los jóvenes ha aumentado, pero los expertos dicen que hay formas de acallar a tu crítico interior. Hablando con boomers, personas de generaciones pasadas a la mía, soy millennial, y el pertenecer a este grupo de personas me ha significado muchas críticas, advertencias o alertas de familiares, jefes, maestros o cualquier persona que no haya nacido entre 1981 y 1996. 

El perfeccionismo es no llegar nunca a ese lugar, de no sentirse nunca lo bastante bueno, de no sentirse nunca adecuado”. Y eso puede convertirse en una severa voz interior que nos menosprecia y castiga. Además de las voces fuera de nosotros que nos corrigen y nos hacen sentir que no hemos bien algo en particular o nos falta mucho para lograr.

Aprender siempre

No tenemos porqué no escuchar o tener en cuenta las críticas que nos hagan porque pueden servir para pulir o mejorar nuestras tareas en el futuro si en el presente las cosas no hayan resultado ser efectivas para quien hayamos hecho algo.

Lo perfecto, el perfecto o lo que se promocione cómo impecable, insuperable o inmejorable lo único que hace es equivocarse porque no existe eso en ningún rincón del planeta. 

Existen recomendaciones dadas a las personas muy autocríticas que son;

  • Tomar distancia de tus pensamientos

  • Acepta lo suficientemente bueno

  • Practica la autocompasión

  • Reconoce lo que has hecho bien y guarda eso en tu mente para utilizarlo cuando los ánimos están flaqueando, cómo una dosis de energía que nos inyectamos para seguir bien cuando no podamos digerir bien alguna evaluación hecha a nosotros o nuestro desempeño. 

  • Practicar una autocrítica benevolente puede ser un primer paso pero nada que nos atosigue que impida ver siempre las posibilidades de mejorar nuestra vida y relaciones.

Más del autor