No es para nada una cuestión sorprendente que nuestros sistemas de seguridad de migraciones hayan fallado con el caso del Avión Iraní que aterrizó en Ciudad del Este, y que ahora es el centro de un gran escándalo mientras está retenido en el aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires.
Tenemos una Secretaría Nacional de Inteligencia que sólo sirve de membrete, y para cobrar un salario a fin de mes, que se colocó para estructurar la capacidad del país para prepararse ante circunstancias de este tipo, pero que no se le ha dado trascendencia, ni relevancia, ni su administrador ocasional tiene interés más allá de cobrar un salario fin de mes, en lugar de volver a la secretaría nacional de seguridad del órgano competente.
Aquí hay tantas desvirtuaciones sobre el tema que el propio Ministro del Interior, Federico González, ha tenido que desdecirse en torno a que fueron ellos los que advirtieron a Argentina -con tiempo- de que el avión era sospechoso. Sin embargo le hicieron callar desde la Argentina, diciendo “no, usted nos avisó cuando el avión ya había aterrizado en la Argentina, no antes”. Federico González ha tenido que dar vuelta atrás y admitir que realmente no era así como él había afirmado inicialmente.
El hecho de culpar a la SENAD que es un organismo de prevención del tema de narcóticos por el ingreso de este avión con sus tripulantes no es derecibo. Deberían ser responsables los de Migraciones y los de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil,que dijeron que no encontraron nada sospechoso cuando lo dejaron entrar y lo dejaron salir.
En definitiva, todo mal, y nosotros tratando de sacarle responsabilidad al tema e ir removiendo parcialmente a la cúpula aunque el extitular de la Dinac que en Ciudad del Este continúa como asesor del recientemente nombrado.
En definitiva, estamos esperando que pase el escándalo con otros escándalos, mientras no hacemos nada que mejore las condiciones de Seguridad Nacional que pueden verse seriamente afectadas con cuestiones como las de la tripulación iraní de avión 747 en que llevó cigarrillos descartes a Aruba.
Tenemos una Secretaría Nacional de Inteligencia que sólo sirve de membrete, y para cobrar un salario a fin de mes, que se colocó para estructurar la capacidad del país para prepararse ante circunstancias de este tipo, pero que no se le ha dado trascendencia, ni relevancia, ni su administrador ocasional tiene interés más allá de cobrar un salario fin de mes, en lugar de volver a la secretaría nacional de seguridad del órgano competente.
Aquí hay tantas desvirtuaciones sobre el tema que el propio Ministro del Interior, Federico González, ha tenido que desdecirse en torno a que fueron ellos los que advirtieron a Argentina -con tiempo- de que el avión era sospechoso. Sin embargo le hicieron callar desde la Argentina, diciendo “no, usted nos avisó cuando el avión ya había aterrizado en la Argentina, no antes”. Federico González ha tenido que dar vuelta atrás y admitir que realmente no era así como él había afirmado inicialmente.
El hecho de culpar a la SENAD que es un organismo de prevención del tema de narcóticos por el ingreso de este avión con sus tripulantes no es derecibo. Deberían ser responsables los de Migraciones y los de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil,que dijeron que no encontraron nada sospechoso cuando lo dejaron entrar y lo dejaron salir.
En definitiva, todo mal, y nosotros tratando de sacarle responsabilidad al tema e ir removiendo parcialmente a la cúpula aunque el extitular de la Dinac que en Ciudad del Este continúa como asesor del recientemente nombrado.
En definitiva, estamos esperando que pase el escándalo con otros escándalos, mientras no hacemos nada que mejore las condiciones de Seguridad Nacional que pueden verse seriamente afectadas con cuestiones como las de la tripulación iraní de avión 747 en que llevó cigarrillos descartes a Aruba.