La vida es la razón más importante y fundamental de la existencia humana en el planeta. Evitar las enfermedades resulta por lo tanto crucial. Lo estamos aun viviendo en estos tiempos donde el covid sigue vigente con su carga de muertes, hospitalizados y graves costos económicos. Uno de los continentes donde se registra graves problemas de salud en un importante número de personas es África donde muchos países cómo los nuestros carecen de medios, lugares y personal suficiente para tener una efectiva atención médica. Casos de poliomielitis frecuentes a comienzos del siglo pasado y luego resuelto con las vacunas inventadas por el Dr. Sabin vuelven a emerger en ciertas naciones cómo Malawi donde ya se ha detectado un caso que desafortunadamente ya afectó a miles de de niños que están siendo afectados por esta dolencia que incluso mató a un presidente de los EEUU: Franklin Delano Rooselvelt.
La poliomielitis puede provocar parálisis muscular temporal o permanente, discapacidad, deformidades de los huesos y la muerte.
De esta forma en uno de los continentes que tuvo y tiene problemas de personas que no fueron atendidas ya se encuentran trabajando para controlar el número de afectados por esta peligrosa enfermedad, que convoca a un contingente de luchadores por la vida y su mejor compañera que es la salud.
Atenciòn constante
Un ejemplo desde África para el mundo, que es el tomar iniciativas y actuar previendo problemas a futuro que puedan producir dependencias y más dificultades de vidas particulares y sus entornos, que pueden salir de sus realidades, casas, barrios y hasta continentes. Para ver estos casos que aunque estén a largos km de distancia sirven para entender lo que ya en Paraguay es historia porque el último caso de polio en el país es de 1985. Con todo nunca hay que bajar la guardia para evitar lamentarnos circunstancias cómo las que se dan en África en este momento.
Solo con una inoculación apropiada y en tiempo mucho podemos evitar lamentar circunstancias cómo las que se generan en ese sub continente y que también lamentamos en Paraguay cuando los movimientos anti vacunas operan para evitar las inoculaciones contra el covid y otras enfermedades.
Nunca hay que creer que los problemas de salud están resueltos incluso cuando parezcan estarlo. No hay que bajar la guardia.
