El encuentro de dos cuerpos sumidos en las ganas y la intensa búsqueda de placer ya se caracteriza por una gran inserción de sensaciones térmicas que elevan la satisfacción entre ambos amantes. Los dos individuos movilizados en una llamarada de excitación que posteriormente se proyecta en un sudor frío que acompaña a la hora del clímax.
Por ello, la idea de aplicar diversos métodos que jueguen con los sentidos sensoriales de la pareja no resulta tan novedoso, pero sí elemental para realzar la pasión entre ambas personas, con la aplicación de una diversidad de componentes que eleven el disfrute orgásmico de la pareja por los rincones del frío y el calor. De acuerdo a las revistas La Vanguardia y Women’s Health, se puede aplicar de varias formas.
1. Un poco de helado
Combinando el efecto frío con el caliente, dentro del encuentro sexual se puede jugar con un helado en paleta, pues al dejarlo en contacto con las zonas erógenas de la pareja, se generará una frescura automática. Luego, al derretirse lentamente se sentirá el calor que se va apropiando poco a poco de la zona.
No todo se queda en la delicia del choque térmico, pues la persona hacedora del placer desenfrenado también podrá disfrutar del sabor que se quede en la piel de su pareja cuando empiece el momento de saborearla, para así seguir jugando.
2. La boca caliente
Cuando llegue la hora de practicar sexo oral a tu pareja o incluso pasar por sus muslos, podrías aplicar un nuevo elemento en el acto: una sensación caliente. Esto se podría lograr al tomar un té o café bien caliente antes de la actividad, para luego pasar por sus genitales o hacer camino a los mismos y brindarle una sensación extra caliente.
Sumada a la ya elevada excitación, el calor brinda la posibilidad de sentir el placer al extremo. Para dilatar los poros vaginales, por ejemplo, pueden utilizarse aceites calientes, aptos para los encuentros sexuales.
3. Lubricantes fríos o calientes
Ya sea para la penetración anal o vaginal, al igual que para el sexo oral, un agregado perfecto para encuentros sexuales muy elevados puede venir de la mano de lubricantes con efecto frío o caliente. El primero otorgará una frescura sin igual al momento de la llegada al orgasmo, mientras que el segundo dejará en una satisfactoria calentura a los genitales.
Los lubricantes con efecto calor se pueden utilizar con los de efecto frio, en las relaciones heterosexuales se recomienda que el hombre se aplique el lubricante efecto frío y la mujer efecto calor, o viceversa, para una explosión de sensaciones.
4. Juguetes congelados
Ya sea un succionador de clítoris, un consolador, entre otras variedades más, los juguetes que protagonizan el encuentro placentero de una pareja pueden pasar primeramente por el congelador unos instantes para una sensación diferenciada y novedosa.
Antes de aplicar el juguete frío en los genitales de tu pareja, resulta importante que la misma chequee antes si el nivel de temperatura resulta placentero para él/ella. Puede comprobarlo colocando el juguete en sus muñecas o manos, para luego dar inicio al encuentro desenfrenado por el placer.