Nuestra sociedad está llena de comportamientos que nos permiten tratar de comprender los motivos por los cuales vivimos en la decadencia en casi todos los aspectos. Un Gobierno inútil sostiene su poder gracias a la fragilidad de su población para hacer análisis. El arrastre de pensar como piensa o creer que pensamos como la mayoría, el anclaje de ideas sin reflexión y solamente por repetición, la confirmación de información parcial que adhiere a nuestro mar de creencias o el patrón ilusorio de creer que existen cosas que no están conectadas entre sí y otra si lo están, como que una escuela se caiga a pedazos, el embarazo infantil, el contrabando o los casi 300.000 funcionarios públicos.
No sorprende escuchar a diario distintas resignaciones en la línea de que estamos como estamos porque somos un país pobre, cuando la consigna es diametralmente opuesta: somos un país pobre porque estamos como estamos.
El síndrome de Dunning-Kruger de nuestros representantes en los tres poderes del Estado no mantienen presos de efectos de encuadre según conveniencias de la clase política, de su heurística de la disponibilidad y de su retrospectiva de culpar a quienes vinieron antes y vociferar que no cometerán los mismos errores porque son más comprometidos y formados que sus antecesores. En esta rencilla de la oposición y no oposición, el partido de gobierno presenta su lista a la que llaman opositora ¿opositora de qué? si son los mismos que se mantienen aferrados al poder desde hace más de 70 años. Su percepción selectiva alterada los hace creer que el cambio puede venir del continuismo, presentando contrastes desatinados que no corresponden a la realidad, olvidándose que el hambre, la deserción escolar, la baja credibilidad del sistema jurídico y otros males que nos condenan hoy, fueron construidos por esta odisea septuagenaria de corrupción y falta de amor a la patria, proyectando la falsa ilusión de que vamos a estar mejor si los votamos, cuando realmente unos pocos son los que van a estar mejor sosteniendo el poder, a cuestas de todos nosotros.
