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Quieren liquidar la Justicia Electoral

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Están jugando con la integridad de una institución republicana fundamental

Entre las primeras acciones emprendidas a partir de 1989 figura la reingeniería de las instituciones fundamentales para el funcionamiento de la República, entre ellas, la creación de una instancia que reemplazara a la Junta Electoral Central, un organismo obsoleto que funcionó como dependencia del Partido Colorado durante los 34 años que duró el estronismo.

La JEC era la encargada de llamar a elecciones, confeccionar los padrones, habilitar los partidos políticos de oposición tolerados por el régimen, imprimir los boletines de voto, conducir la jornada, contar los sufragios, redactar las actas electorales y, finalmente, publicar los resultados. Este manejo era monopolio de la ANR, con una reducida mesa de directivos que envejecían en el cargo, y sobre todo, 100% leales a Stroessner. No había auditoría externa ni observadores internacionales que pudieran meter la nariz en el proceso y emitir molestos informes. Los resultados de cada elección son imaginables. De 1954 hasta 1988, el Partido Colorado obtuvo un mínimo de 83 y un tope de 98% de los votos, salvo el veranillo político que sucedió a la vigencia de la Constitución de 1967, con elecciones al año siguiente en que la ANR “redujo” al 71% su tajada en la torta electoral, quedando en segundo lugar el PLR de Laíno, Cardozo, Benítez Florentín, Beto González, etc. con el 28%, el PL de Carlos y Fernando Levi Ruffinelli con el 4,2% y el PRF de Juan Speratti con el 2,6%. Pero el romance duró poco. En 1973 la ANR hizo síndrome de abstinencia y volvió a su menú del 90%, siempre secundado por los descafeinados PL y el PLR.

Después de semejante itinerario de subordinación y desnaturalización del sistema electoral, se constituyó el Tribunal Superior de Justicia Electoral consagrado por la Constitución de 1992. Veníamos bien y salvo algunos sacudones de la política coyuntural, el TSJE consolidó credibilidad y ninguno de sus comicios ha sido impugnado frontalmente.

Pero algo tenía que ocurrir y la podredumbre de la baja política, infectada de corrupción y de entrega al crimen organizado, va ahora por esta institución que siempre fue vista como una garantía para la democracia republicana.

Solo eso nos faltaba: la estronización de los procesos electorales. Dios nos ampare si tienen éxito estos heraldos del mal en su empecinamiento por llevarnos de vuelta a un pasado de fanatismo y abyección.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.