Las relaciones sexuales introducen el placer desenfrenado para dos personas pero, ¿quién dijo que solo es necesario que el encuentro comience a realizarse entre dos para hacerlo verdaderamente satisfactorio?
Si entre dos el sexo se siente delicioso, entre tres podría desarrollarse una experiencia explosiva. De acuerdo a la revista masculina estadounidense más grande, Men’s Health, el trío representa una de las fantasías más habituales que tiene una persona.
Por ello, teniendo en cuenta el disfrute prometido, de la mano de la marca de juguetes sexuales Byplay y Men’s Health, te traemos una serie de posturas que pueden ser aplicadas para todos los gustos.
DOS HOMBRES Y UNA MUJER
1. La torre Eiffel
La mujer se pondrá en cuatro, mientras es penetrada y a su vez practica sexo oral al otro individuo. El nombre tan particular que tiene, proviene de la forma en que se inclinan ellos, formando un triángulo.
2. El afortunado
Para lograr la postura, uno de los hombres debe tumbarse en la cama para ser penetrado, mientras la mujer se sienta ligeramente sobre su rostro para disfrutar de un oral. El erotismo también jugará un papel central en la escena, que multiplicará el placer por medio de la visual generada.
3. Doble penetración
Podría resultar ligeramente difícil en un principio, pero para lograrlo, se puede llevar a cabo la clásica postura del misionero, pero con un agregado extra: una penetración anal. Resulta importante que ambos hombres se turnen para no lastimar repentinamente a la mujer con una penetración simultánea; un plus se logrará con el lubricante.
Mientras se practica la postura de la vaquera, la otra mujer puede sentarse en la cara del hombre para recibir un oral. Lo ideal es que la chica que está sentada lo haga de forma que mire a “la vaquera”, así ambas pueden besarse, tocarse, estimulándose al máximo con ese agregado.
Existen varias posibilidades de hacerla: que ambas mujeres se centren en el pene, lo que les da ocasión de besarse al momento de la felación, entrecruzar sus lenguas y así ofrecer un gran espectáculo visual al hombre. Otra posibilidad se relaciona con que una de las mujeres se centre en el pene y otra en los testículos o se dedique al beso negro.
Combinando nuevamente el erotismo con los límites del placer, mientras una de las mujeres se coloca en cuatro y es penetrada, puede centrarse en brindar sexo oral a la otra, que se encontrará tumbada en la cama.
