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Nadie elije ser pobre

Analizando y haciendo visible lo invisible de la situación actual, ante el aumento de asaltos y robos perpetuados por jóvenes, en situación de extrema necesidad y de la desidia que padecen por la irresponsabilidad del estado paraguayo, en que solemos escuchar varias opiniones, críticas, y reacciones como: “que se pudran en la cárcel”, “hay que matarlos a todos” “no quieren trabajar, son unos haraganes”, frases crueles y duras, sin profundizar la situación de fondo y de raíz.

En tal aspecto, vemos como es tan fácil opinar desde la comodidad, del confort y cuando no nos toca a algún miembro de la familia, no tener empatía con el prójimo, una cosa es “justificar”, la otra es de “comprender”, como lo expresaba un filósofo alemán, Arthur Schopenhauer en su libro “El mundo como voluntad y representación”, en que hace alusión acerca del fundamento de las acciones humanas: Comprender es simplemente, eso, entender sin categorizar como “bueno o malo”, el porqué de sus acciones. Pero decimos “no justifica que cometan semejante hecho”, ahí donde podemos ser empáticos, y por un instante ponernos en el lugar del otro, que están en una etapa más importante de sus vidas (la juventud), por los que estos jóvenes no tienen la oportunidad que tuvimos nosotros, están sin educación, sin oficio, con deudas, sin que comer, que tuvieron la mala suerte de caer en las tentaciones, otros se encuentran esclavizados, sometidos bajo maltratos, se los enseña a delinquir, no tienen la posibilidad de vivir dignamente porque se los discrimina. Nadie quiere pasar necesidades, nadie elije ser pobre.

Estos jóvenes tienen derecho a ser reconocido como seres humanos, ante la ley y ante la sociedad.

En el mismo escenario, que se encuentran estos jóvenes, donde solamente pueden ver, un gobierno despreocupado, en un país con una tremenda corrupción, donde solo los privilegiados se llenan los bolsillos, sin pensar en ellos, sin buscar alguna solución, donde solo son abandonados y llevados a las cárceles para que se pierdan aún más, nadie piensa en el sufrimiento y la procesión que pasan estos jóvenes que caen en actos ilícitos y en sus familiares, un gobierno que no piensa como recuperarlos y reinsertarlos a la sociedad. Una masacre para toda una sociedad que sufre las consecuencias.

Hay que entender, que estos hechos se dan porque algunos políticos roban a su pueblo y se hacen ricos, y le roban no solo la comida al pobre, sino el futuro a cada joven que cae en las drogas y en la delincuencia porque no pueden sobrevivir.

La pobreza es la incapacidad de cubrir las necesidades básicas del ser humano, en lugar de juzgar, nos debería llamar la atención lo que está ocurriendo en la actualidad, en algunos casos, estos jóvenes, crecen en un ambiente de carencias, necesidades y no cuentan con otros familiares que los apoyen para poder formarse y sustentarse. No son lacras de la sociedad, son “seres humanos”, es una tarea pendiente del gobierno de ocuparse y buscar urgentemente una salida a este preocupante flagelo.

La desgracia del pueblo, en que la juventud está pidiendo “a gritos” ayuda y apoyo por parte de las autoridades.

Natalia Mora
Natalia Mora
Ex Directora General de La Dirección General de Auditoría Interna del Ministerio de la Mujer. Participación en el Equipo Directivo de revisión del IV Plan Nacional de Igualdad 2018 - 2024. Artista dedicada a la pintura al óleo.Aporté a la gestión comunicacional del Observatorio de la Mujer desde su creación en el Ministerio de la Mujer. Mujer comprometida y solidaria con las mujeres en situación de violencia.

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