La sexualidad es una preocupación recurrente entre las personas y el ciclo del placer se cierra en el orgasmo, por eso, cuando no se logra tener uno, pareciera que se nos cayera el mundo, pero ¿en realidad podemos considerar que esto es grave? ¿Tiene solución?
Ruth González, psicóloga española especializada en sexología, trató este tema en su blog y distintas redes sociales. El Independiente contactó con ella y acá te va un pantallazo que te puede servir si estás teniendo esta inquietud.
La especialista dijo que aunque nuestra sociedad ha avanzado mucho en cuanto al placer femenino, arrastramos unas creencias culturales y religiosas donde siempre se le ha dado más importancia a la reproducción de la mujer que a su placer y disfrute.
Además de una adecuada estimulación, es necesario encontrarse en una situación en la que se esté tranquila y sin preocupaciones, que favorezca el dejarse llevar y centrarse en las sensaciones de placer. Por tanto, si vos o tu pareja presionan para que llegues al orgasmo, conseguirás el efecto contrario.
“Los mitos del amor romántico y sus falsas creencias como que el otro tiene que saber lo que quiero y lo que me gusta, nos lleva a la “obligatoriedad” de tener que llegar los dos al orgasmo, siendo responsabilidad del otro y si es a la vez mejor. El orgasmo es una parte más de la relación sexual y no tiene por qué ser el que indique si la relación ha sido satisfactoria o no. Lo que sí sabemos es que será más fácil llegar si disfrutamos del camino y nos dejamos llevar”, explicó la sexóloga.
Por otro lado, se unen las presiones sociales que sienten las mujeres de estar siempre perfectas, que trasladado al momento de la relación sexual llevará a pensar en si la pareja se estará fijando en este michelín que tenés o en cómo tenés los pechos (cosa que no ocurre porque es en lo último que están pensado), añadiendo otro elemento de bloqueo que no está dejando disfrutar ni centrarse en las sensaciones y el placer.
¿CÓMO CONSEGUIR ORGASMOS?
La especialista señaló que es imprescindible conocerse a sí misma para saber qué es lo que te gusta y lo que no. No podés pretender que la otra persona adivine cuáles son tus gustos si vos misma no los conoces.
“Si a solas exploro mi cuerpo, mis genitales, los miro, los toco, voy probando diferentes formas de masturbarme y llegar al orgasmo, luego podré comunicar esto a mi pareja. ¡Cada una es responsable de su sexualidad y placer! Y tener una buena relación con tu cuerpo y tus genitales favorecerá una mejor sexualidad”, aseguró la especialista.
“Dile en cada momento lo que te gusta y cómo te gusta, dale feedback si ves que va por el buen camino y si no también, pero tienes que ser concreta. Si algo que tu pareja está haciendo no te gusta díselo, pero céntrate en lo positivo y dale alguna alternativa. Ejemplo: si te está acariciando el clítoris muy rápido y a ti te molesta, puedes decirle que te gusta mucho que te lo acaricie pero que prefieres un ritmo más lento o menos directo sobre la zona”, mencionó González.
Si tu pareja sexual es de los que van directos al grano con la penetración y tú así no disfrutas tanto o no llegas al orgasmo díselo. El coito (fricción del pene en la vagina) suele ser un estímulo insuficiente para la mayoría de mujeres, lo cual no significa que sean más lentas, sino que tienen más capacidad de llegar al orgasmo de otras formas. Hazle entender que para nosotras la estimulación del clítoris suele ser necesaria y tiene que estimularte (manual, oral, juguete) para que tú llegues.
“También podés masturbarte delante de él, eso les suele gustar mucho. Podés realizar posturas coitales en las que haya más estimulación del clítoris por el roce con el pubis o estimularte tú a la vez que te penetra”, aconsejó.
Se trata de un intercambio de placer, preocuparte de tus necesidades sin descuidar las de la pareja. En conclusión, a decir de la sexóloga, debes comunicarte y déjate llevar con todos los sentidos, el objetivo debe ser disfrutar de todo el camino durante el encuentro sexual y para eso es necesario tener una actitud de abandono y prestarle atención al placer.
OTROS FACTORES QUE PUEDEN CAUSAR ANORGASMIA:
Dentro de los factores físicos podemos encontrar cualquier lesión o alteración tanto de los genitales como de las partes del cuerpo implicadas en la respuesta sexual.
Los factores psicológicos están muy presentes en la anorgasmia, los trastornos depresivos y los de ansiedad disminuyen el deseo y la excitación. Además, se incluyen en este grupo experiencias sexuales previas negativas, historias de abusos y maltratos o experiencias traumáticas o de pérdidas.
También pueden intervenir los factores culturales. Entre ellos, encontramos los que están interconectados con la relación presente, falta de comunicación o intimidad, juegos eróticos insuficientes, encuentros sexuales que acaban antes de que la mujer se excite suficiente o problemas en la relación.