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Guerrilla tardía y contrainsurgencia arcaica (II)

Digamos que hay pocos elementos objetivos, para justificar la existencia de los insurgentes desde hace más de 20 años, de no mediar la combinación de una zona con fuerte presencia del narcotráfico y con una Fuerza de Tarea Conjunta desde el 2013, con escasos resultados y con un numero de perdida de vidas bastante considerable.

A este “escenario raro” de por si, por los diversos actores que se mueven e interactúan en una zona de bosques, (casi sin bosques) desaparecidos por la deforestación incesante y tal como lo muestran imágenes televisivas de estos días, surgen coincidentemente otras informaciones en la región, que no hacen más que confirmar las sospechas que gran parte de la sociedad paraguaya tiene sobre la real naturaleza de este teatro de operaciones y lo difícil que resulta deslindar lo verdadero de los falso en términos reales.

La nota de la agencia EFE del lunes 14 da cuenta: FARC pide perdón por los secuestros cometidos por la guerrilla y en un extenso documento Rodrigo Londoño, su ultimo jefe reconoce que el sosiego de la vida civil, nos ha permitido la reflexión profunda sobre la guerra en la que participamos y fuimos protagonistas por más de 50 años, queremos decirles que el secuestro, fue un gravísimo error del que no podemos sino arrepentirnos.”

Señala además, “comprometidos con la sociedad colombiana, que hoy más que nunca reclama justicia y verdad por tanta violencia, a invertir cada día del resto de nuestras vidas en recomponer el mapa de los desaparecidos y buscar sus restos para entregarlos a sus seres queridos…” Luego de estos párrafos casi nada cabe agregar sobre la sinrazón que vivimos por estos días agitados, de angustia y temor por la suerte de las víctimas actuales y pendientes desde hace años (Edelio Morínigo/dic. 2014 y Félix Urbieta /oct.2016)

A todo esto, se suma las exitistas palabras del Presidente de la Nación quién a poco de aterrizar, anuncia el mayor golpe producido a los insurgentes. Eufórico en su regreso, sin terminar de comprobar las bajas infligidas, dos niñas de 11 años sepultadas de apuro, redobla la apuesta. Convoca a los prófugos a rendirse – dado que nadie fue atrapado en el mayor campamento que se tenga memoria- y someterse a la justicia, para reencaminar sus vidas…¡¡¡

Si las FTC, no se han caracterizado por el ejercicio de la inteligencia, los asesores del primer mandatario, no le van a la zaga. Reconocer como fuerza beligerante ofreciendo la rendición cuando esto recién se logró en países como Colombia o Guatemala, por citar algunos casos, después de más de tres décadas de enfrentamiento sistemático, es cuanto menos un desatino.

El secuestro de un ex -vicepresidente no eleva la categoría de los secuestradores y la feliz aparición con vida de Adelio Mendoza, caminando en la estancia la Tanquerita, genera aún más suspicacias sobre el posicionamiento y rastrillaje de los expertos militares en contrainsurgencia.

Desde la solidaridad de comunidades indígenas hasta los ciudadanos asuncenos con blancos emblemas, toda la sociedad clama por la aparición con vida de Oscar Dennis, me atrevo a sumar a los otros secuestrados y repudian a los que dicen “representar al pueblo.”

Más allá de un desenlace feliz, las Fuerzas de Tareas Conjunta, no logarán despejar las dudas sobre la utilización de cuantiosos recursos, afincados en un territorio, persiguiendo la nada o bien jaqueados cada vez que algún hecho imponderable lo decide, o llevándose la sorpresa de sus vidas, si alguien deserta y aparece caminando como ocurrió hace cuarenta años con aquel soldado japonés, un poco alucinado, otro poco extraviado.

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Expertos en Historias urbanas.

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