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Decepciones futbolísticas

No soy seguidor ni fanático de nada y menos del fútbol. Pero estuve siguiendo de cerca los últimos partidos de ligas internacionales en el que se presentaron equipos paraguayos que no tuvieron el mejor momento por los resultados observados.

Ayer en la despedida de una nueva semana en el mes me tocó ver el encuentro entre Olimpia y Goianiense que otra vez terminamos perdiendo ante un equipo ubicado en el lugar 16 del campeonato brasileño y en camino hacia el descenso. No niego, hincho por el decano por lo que significa la tradición familiar de anexo a un club. Y no fui a dormir bien por eso. Es el tercer equipo eliminado en la semana junto con Cerro Porteño y Libertad. Estamos muy mal en materia futbolística y la selección lo sabe desde hace tres mundiales que no asiste..

Es oportuno hablar acerca de qué es aquello que nos falta para poder ganar un partido de fútbol. Tenemos 11 jugadores. Un dt, una cancha construida para poder jugar bien y sin problemas, buenos salarios y hasta la hinchada que luego de estar aislada vuelve a hacer ruido y mostrar su presencia en las gradas.

Plaga no es el problema

Un deporte que tiene de todo hasta videojuegos para poder digerirlo bien y hacer que todos podamos entender el mecanismo de su funcionamiento. Uno que consiste solo en introducir un balón en el arco del equipo contrario para así terminar bien a favor de nuestro equipo, en el que hasta tatuajes, teñidos y botines de muchos colores forman parte de todo aquello que no era fútbol. ¿Estamos perdiendo disciplina? ¿Refleja la crisis de la generación de nuevos futbolistas? Nos distraemos en cuestiones secundarias?. ¿Dónde está el problema del fútbol paraguayo?

El deporte que solo carece del buen juego en equipo para lograr rendir bien en los partidos que tuvo sino que demostrando que le falte ese toque de equipo que solo hizo y hace tener cada vez más seguidores cómo yo que sabemos poco o nada de esta actividad física. Puede adolecer de muchas cosas menos de las divisas o el dinero que allí dentro se moviliza para vender o comprar jugadores o para hacer todo aquello que signifique el movimiento de recursos pero no logramos los éxitos que teníamos antes con menos dinero. La plata no es el problema entonces.

Tenemos que mejorar la calidad de los dirigentes, la organización de los equipos y más democracia al interior de los clubes para no vivir en la mediocridad y los escándalos. Estamos mal en el futbol el deporte más popular del paìs que solo nos trae decepciones a raudales como los de esta semana.

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