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Conociendo el sounding

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Jugando con una mezcla entre el placer y el dolor, dilatar la uretra puede ser el complemento ideal para generar una satisfacción diferenciada. Animate a descubrir un poco más acerca de esta práctica en la que el riesgo se encuentra con el clímax.

El universo erótico se encuentra tan variado y disperso que actualmente se habla de una completa diversidad para conseguir placer, moldeándose a cualquier gusto, preferencia e imaginación. Muchas veces la búsqueda de un poco de riesgo va ligado a la satisfacción; en este sentido, ¿has escuchado hablar sobre el sounding?

Esta práctica, que consiste en introducir objetos por la uretra, está muy cercana al BDSM y el sadomasoquismo. Preferentemente, los hombres la realizan en mayor medida, ya que está asociada directa o indirectamente, con la estimulación de la glándula prostática y con algunos tipos de control de la vejiga.

La actividad se trata de un fetiche que aún sigue siendo tabú entre las personas, pero poco a poco los hombres buscan explorar más con su cuerpo, probando técnicas que pueden llevarlos desde el autodescubrimiento, hasta formas de placer antes no conocidas.

¿CÓMO PRACTICARLO?
Hay de muchos tipos de dilatadores de uretra o sondas, con diferentes características: algunos tienen agujeros que recorren el juguete para poder hacer orinar o eyacular durante el uso, otros son de metal y algunos de silicona

También se divide por nivel de profundidad, según las diferentes necesidades de la persona, adaptándose a los gustos de todos. Al elegir un dilatador, se debe introducir cuidadosamente el artefacto en la uretra, que es el orificio a través del cual se orina y, en el caso de los hombres, se eyacula.

La intención central es provocar placer a través de un ligero dolor, pues los instrumentos dan una sensación de presión en el pene, lo que puede resultar como una ligera tortura al principio, pero luego se complementa con la satisfacción debido al nivel de estimulación, el cual resulta diferente al placer que ofrece la masturbación o la penetración.

De acuerdo a una entrevista realizada por Vice a una mujer experta en la dominación, los dilatadores de uretra deben ser hervidos y esterilizados con alcohol para evitar cualquier introducción bacteriana.

Igualmente, el uso de mucho lubricante será clave para ponerlos sin generar un dolor insoportable. Se puede sacar la sonda y volver a meterla, girarla y moverla manualmente para que los hombres tengan un orgasmo.

Jugando mucho con condimentos que unen tortura y satisfacción, únicamente queda bajo consenso esta práctica, que también implica mucha confianza en la pareja, pues todo se deja en manos de una persona, la cual se adueñará del momento y el encuentro.

PRECAUCIONES
Aunque la práctica traiga consigo un tipo de placer diferenciado, esto no asegura que la misma se encuentre exenta de riesgos.

Teniendo en cuenta un estudio publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica en Estados Unidos, los participantes que practican el juego uretral sufren de infecciones urinarias con más frecuencia.

Así también, según el urólogo estadounidense Lye Diwa, dilatar la uretra es un procedimiento doloroso si se realiza sin anestesia. En algunos casos incluso pueden desarrollarse ligeros sangrados, lesiones o que el instrumento quede atorado en la uretra; esto sin mencionar el ligero ardor al orinar que se genera durante algunos minutos después de la práctica.

Muchas de las cosas dichas anteriormente provocan una idea de lo dolorosa que puede ser esta práctica. Sin embargo, en torno a esa sensación gira la intencionalidad de la actividad pues, como en muchos otros fetiches, el dolor también puede ser parte del atractivo y una gran oleada de placer.

CÓMO JUGAR, PRIMEROS PASOS:

(Según el medio español dedicado al estilo de vida de hombres: Revista GB)

– Se lubrica el glande, para luego jugar con esta zona masajeándola, haciendo que las paredes de la uretra se toquen.

– Se utilizan los dedos para hacer más grande el orificio y se coloca una gota de lubricante para introducir lentamente el dilatador, jugando con él, sin prisas.

– Se puede conjugar una masturbación interna con la externa, lo cual dará dos placeres sumados.

– También es posible intentar aplicar objetos más gruesos para experimentar sensaciones diferentes.