Algunas posiciones para que experimentes al máximo

¿Cuántas veces te has cuestionado cuál es el límite que vos y tu pareja están dispuestos a llegar para mayores momentos de placer? Si en algún momento buscaron aspectos que generen una sensación diferenciada para ambos, te traemos algunas posiciones que podrías implementar para orgasmos más intensos.

Las posturas son una recopilación de acuerdo a diversas terapeutas sexuales para algunas revistas estadounidenses.

1. El buen ex

Aparte de una intensa unión entre las dos personas, con esta posición se puede brindar una especial atención al clítoris, quedando con las manos libres mientras te brindás un placer constante al mismo tiempo.

Para llevarlo a cabo, simplemente ambas personas deben estar sentadas de frente con las piernas hacia adelante. La pierna derecha de una de las partes debe estar encima de la pierna izquierda de quien se encuentre abajo y esta persona a su vez debe levantar su pierna derecha sobre la izquierda de su amante.

Ambos quedarán recostados, formando una x y la posición permite una suficiente cercanía para que la penetración no solo sea variada, sino también profunda. En lugar del típico empuje realizado durante el acto, el mismo es reemplazado por giros lentos, pausados y determinados.

Esta postura también se encuentra relacionada con el yoga, pero en este apartado se relacionará con el contexto sexual, aplicado al objetivo de conseguir placer. Esto debido a que la posición permite una penetración intensa, hecho aún más propicio si la pareja tiene un pene relativamente pequeño o está ut

ilizando un arnés.

Con una almohada entre los hombros, la postura se realiza al recostarse boca arriba, con las piernas levantadas y flexionadas, buscando que los tobillos queden a ambos lados de tu pareja, mientras la misma de pone en cuclillas y comienza a penetrar.

Como si la persona se estuviese sentando de manera leve sobre su pareja, la postura permite una penetración rítmica y constante a través de embestidas direccionadas, pues quien se encuentre arriba tendrá la suficiente amplitud para definir sus movimientos y las sensaciones hacia su amante.

Su nombre deriva de la conocida galleta, pues al llevar a cabo la técnica, la pareja queda enroscada de la misma manera en la que se observa al snack mencionado. Ambas personas se sentirán muy cómodas por la facilidad para llevar a cabo la postura, sin mencionar también el placer asegurado con dicha pose.

Para ejecutar el pretzel, la mujer debe colocarse sobre la cama, ligeramente acostada de lado, elevando una pierna, mientras el hombre, en tanto, se posiciona arrodillado entre las piernas de su pareja y sosteniendo la que está elevada.

Ya que el movimiento de fricción de ambos cuerpos será constante, las dos personas podrán llegar más fácilmente el orgasmo. Esto sin mencionar el estallido de placer, con el mantenimiento de la injerencia sobre el ritmo de la posición; la penetración se vuelve profunda y así también llevará a explorar otros ángulos.

Esta postura está enfocada en personas con una mayor flexibilidad, principalmente para hombres con un pene particularmente “maleable” o para personas que incorporan juguetes sexuales. De cualquier manera, la posición resulta bastante cómoda y placentera por la posibilidad de acceder a diversos niveles de satisfacción.

Básicamente, la postura consiste en un misionero al revés. Una persona se encontrará acostada, mientras la pareja estará a horcajadas, de espalda; quien se encuentre abajo envolverá sus piernas en la espalda de su amante y para buscar generar mayor excitación durante el momento, puede aprovechar apretando los glúteos de la pareja, siguiendo sus movimientos arriba y abajo durante la penetración.

En esta posición, la pelvis de la pareja de encontrará lo suficientemente bien moldeada para hacer fricciones con el clítoris, sin mencionar que resulta propicio para estimular zonas erógenas, haciendo el momento mucho más estimulante.