“¿Qué te parece si me ahorcás un poco más mientras estás sobre mí o me atás las manos y me dejás completamente inmovilizada?”, este tipo de sugerencias no se hacen esperar durante las relaciones sexuales y mucho menos cuando una pareja está sedienta por probar nuevas sensaciones y redescubrir zonas erógenas no conocidas.
Ante las ganas de cambiar la monotonía sexual aparece el BDMS, una práctica que consiste en el juego de roles de dominación y sumisión en una pareja. Proviene del inglés y sus siglas hacen referencia a la Esclavitud, Dominación, Disciplina y Sadomasoquismo.
Ataduras, amordazamientos, fisting, utilización de pinzas y cera caliente, todo vale dentro de esta práctica que redescubre diferentes niveles de dolor, enfocándose en el placer que puede sentir una persona al experimentar algo que lo pueda lastimar levemente durante el coito.
La pareja que lleva a cabo la práctica mencionada hace un especial énfasis en el empoderamiento y el control, por ese motivo apelan al juego de roles, donde una persona domina a la otra y viceversa. Así, ser amo y sumiso genera una explosión de sensaciones que van más allá de un simple encuentro sexual cotidiano.
EXPLORACIÓN AL BDSM
“Recomiendo a las personas que quieran probar esta variante que tengan pleno conocimiento de los significados de las siglas para saber el rol que les tocará y el vínculo sexo afectivo requerido”, señaló la especialista en terapia sexual, Dulce Pérez.
Siempre habrá un amo que ejerce dolor a base de castigos o leves golpes y un sumiso que debe aceptar ese dolor como parte de una experiencia placentera. “No es una actividad para todos, pues no estamos tan acostumbrados a ese estilo de prácticas sexuales”, explicó Pérez, aclarando también que muchas personas lo ven como un estilo de vida, más allá de una variante sexual.
Igualmente, para quienes deseen explorar, la profesional recomendó estar plenamente seguros y de acuerdo con la actividad, debe ser consensuado y es necesario que haya plena confianza entre las personas que deseen experimentar dicha práctica.
PROS Y CONTRAS DEL BDSM
“Probar otras experiencias y cortar con la rutina puede fortalecer a la pareja, mejora la comunicación entre las dos partes, se despierta la imaginación y creatividad sexual, aparte de descubrir nuevas maneras de excitación”, comentó Pérez.
Por otra parte, en cuanto a los riesgos, se puede hablar de pasar del placer, al abuso, al no existir una comunicación previa para llevar a cabo la actividad. Por ello resulta necesario que esté consensuado y ambas partes estén conscientes de lo que hacen.
“Establecer límites también es necesario, por ejemplo poner semáforos: el rojo indica que pare, el amarillo que aún puede aguantar un poco más y el verde para expresar que es placentera la situación”, manifestó la profesional.
Ya sea como una nueva práctica sexual o un estilo de vida, siempre se puede explorar de distintas maneras todas las zonas erógenas de nuestro cuerpo. Y vos, ¿experimentarías con el dolor durante tus relaciones sexuales para sentir otro nivel de placer?
Diferencias entre BDSM y Maltrato:
BDSM
– Comunicación
Se pactan límites y toman medidas de seguridad.
– Consenso
Las personas acuerdan lo que queda dentro y fuera de la práctica.
– Cuidado
Todo el tiempo se cuida al otro y hay tiempos de recuperación.
Maltrato
– Planificación
El maltratador se siente sin control y planea cómo conseguir su objetivo.
– Justificación
El maltratador busca el momento para justificar el abuso de la práctica.
– Excusas
El maltratador deriva la culpa, pone excusas y evita tomar responsabilidades.