Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Es evidente que esa expresión tan popular que dice “uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio” tiene hoy más que nunca razón. En estos tiempos en que aparecen nuestros políticos absolutamente desconcertados ante la pandemia global. la ex ministra de salud, Esperanza Martínez, cuando se discutió el destino de los royalties de bastante dudoso propósito en manos de gobernadores e intendentes, dijo que era mejor que se quedara en manos de ellos antes que derivarlo a la salud, por una cuestión de corrupción redistributiva.
La expresión forma parte de esas que no se olvidan jamás y quedan en la historia de cualquier pueblo. Corrupción redistributiva significa que todos coman, que aunque el propósito haya sido diferente y se hayan derribado esos recursos a una cuestión que no correspondía, lo que importa es que no solo uno se quede con toda la corrupción, sino que reparta lo robado en esa típica expresión paraguaya “hace, come, pero hace”, o aquella expresión de “come, pero reparte”, esa es una expresión que debemos dejar de lado alguna vez en este país donde la corrupción nos va a mostrar el lado más terrible de todos, que es el lado de la muerte, entendiendo por no haber preparado las condiciones en términos de educación, por un lado, y de salud, por el otro, pero esa expresión de corrupción redistributiva es un insulto, y más viniendo de una persona con supuesta educación y con haber pasado tiempo en la administración pública, como ministra primero, y posteriormente como senadora, lamentable.
