La gran cantidad de suicidios que ocurren en nuestro país representan una alerta roja en cuanto al deterioro en el que se encuentra la salud mental, y la poca relevancia que se le da a la misma.
La salud mental se vió mucho más comprometida durante la época de la pandemia y el pasado 2021 cerró con alrededor de 400 casos de suicidios. La Organización mundial de la Salud emitió un informe en el mes de junio donde menciona que la estigmatización, la discriminación y la violación de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales están muy extendidas en la sociedad y en los sistemas de atención de todo el mundo.
Según la OMS alrededor de mil millones de personas en 2019 ya se encontraban afectadas por un trastorno mental y los suicidios representan una causa de casi 100 muertes por día.
Desde la Dirección General de Información Estratégica en Salud, se evidencia un aumento progresivo en los números en comparación a los últimos 5 años y actualmente se registran 318 casos de suicidios en lo que va del año; la cifra es realmente alarmante.
En Paraguay, al igual que en el resto del mundo, la pandemia del coronavirus fue un arma clave que afectó a la salud mental e incluso antes de la misma ya existían muchos casos de personas que se quitaban la vida.
La psicóloga Camila González, brindó algunas declaraciones respecto a la importancia de preservar la salud mental para evitar llegar a un estado donde “no se encuentre salida” y mencionó que es importante que la salud mental esté en condiciones para que exista una salud general. “Si no está bien mentalmente, no hay una salud real, la salud física no está completa y estar bien mentalmente no significa ni está asociada a estar feliz o estar triste. Creo que es importante entender que todo lo que afecta a la mente al final termina dañando al cuerpo”.
La profesional resaltó que uno de los aspectos positivos que trajo consigo la pandemia fue que finalmente las personas empezaron a priorizar su salud mental: “Muchísima gente se animó a recurrir a espacios de acompañamiento psicológico y eso ya es un gran avance”.
González declaró que la mejor ayuda que se puede brindarle a una persona con tendencias suicidas es validar sus sentimientos, entender qué está haciendo lo mejor que puede y tratar de acompañarlos: “Lo ideal es tratar de socializar con esa persona y tratar de mostrarle que tienen alguien con quien contar”.
La salud mental sigue siendo un tabú y todavía se asocia con “estar loco” y es importante que las personas sepan que no hace falta esperar a sentirse muy mal para pedir ayuda; cuanto antes siempre es mejor, recomendó la profesional.
