Tener ganas de innovar durante el encuentro de dos cuerpos resulta vital para generar una pasión inacabable en la relación. Por ello, si el BDSM es lo tuyo, a continuación te traemos de la mano de la revista española Cosmopolitan, 4 posturas un poco extremas que podrías implementar con tu pareja para lograr orgasmos descomunales.
1. La clásica
Consiste en penetrar a la pareja mientras la misma se encuentra parada y ligeramente inclinada. Sería como una pose en 4, pero de pie.
Para implementarla, quien recibe la penetración en esta postura pone el cuerpo en forma de L. Quien penetra, desde atrás, puede sujetar o no los brazos del otro individuo. Quien se encuentre debajo, puede abrir ligeramente las piernas para brindar más control a su compañero/a.
2. Más difícil
Nuevamente la idea es penetrar a la pareja mientras te da la espalda. El objetivo está centrado en generar un ambiente de entrega total a tu compañero durante el momento coital.
Sobre la cama y en posición de perrito, tu pareja deberá agarrarte de las muñecas, para penetrarte desde atrás. Esta posición permite una mejor exposición del ano y la vagina, por lo tanto, es un poco más sumisa.
3. El rol al reverso
Para demostrar que el placer extremo constituye un aspecto heteronormativo, llega esta posición para ellas, quienes no se verán limitadas por las posiciones, pues todo vale en el campo de la satisfacción.
Colocándote como en la primera posición o sin inclinarte demasiado, tu compañera buscará embestirte a través de un arnés. Diciendo adiós a las dinámicas de los roles de género, aquí ambas pueden probar la postura, jugando a quién tardará menos en llegar al orgasmo.
4. La carretilla
Siendo una postura bastante desgastante por lo extrema que resulta, la misma solo es aplicable a aquellos que se animen a probar un nuevo nivel de placer, sin miedo al desgaste.
La persona penetrada deberá buscar respaldo de sus piernas en la cintura de su compañero, mientras sus manos le sirven como soporte para aguantar de manera placentera las embestidas. Por lo tanto, quien reciba la penetración deberá asegurarse de tener los brazos y las muñecas bien trabajadas porque se vienen movimientos interesantes.
