Cuando en 2020 Puma arrebataba a Nike al brasileño Neymar, el mundo del patrocinio deportivo habló de «terremoto».
Un año después, los responsables de la enseña del felino se frotan las manos por el atractivo que el jugador les ha dado y les ha reabierto las puertas del fútbol, bloqueadas hasta ahora por Nike y Adidas.
Por el momento se trata de un primer paso, porque Puma sigue lejos de sus dos grandes competidores en términos de volumen de negocios.
Pero el tirón de Neymar ha comenzado a dejarse notar en una marca que había perdido mucho terreno en el fútbol y que quería hacer una apuesta decidida por ese deporte.
A ello responde el faraónico contrato que propusieron al jugador brasileño, unos 20 millones de euros anuales, según las cifras adelantadas por los especialistas y no oficializadas por Puma. Lejos de los 9 millones de euros que cada año desembolsan al exatleta jamaicano Usain Bolt, hasta ahora la estrella más brillante de su firmamento deportivo. «Es la mejor inversión que hemos hecho», aseguraba a la prensa alemana su presidente, Bjorn Gulden, en referencia a Neymar, cuyo vídeo de presentación fue visto en apenas unas horas por casi 7 millones de personas a pocos minutos de ser colgado en Instagram.
El brasileño sabe manejar las redes sociales y su influencia en los jóvenes es evidente.
Francia, donde Neymar juega desde que en 2017 el PSG desembolsó 220 millones de euros para hacerse con sus servicios, el traspaso más caro de la historia, se ha convertido en el mercado de más crecimiento de la marca del felino.
Sus ventas han alcanzado un récord en lo que se refiere a ropa y equipamiento deportivo para niños.
No todo responde a la llegada de Neymar a su abanico de nombres. Puma lleva tiempo apostando por el fútbol y ha atraído a nombres como Antoine Griezmann, Kingley Coman o Raphael Varane, pero algo de impacto tiene que tener el brasileño, sostienen en Puma, que ponen una cifra sobre la mesa: su modelo de botas de fútbol Future Z, creado para Neymar, se ha vendido el doble que su antecesor, Future, cuando el brasileño todavía estaba en Nike.
El responsable del proyecto Neymar dentro de Puma, Clément Lacour, fichado de Adidas, asegura en el diario L’Équipe que ningún rostro había sacudido tanto sus ventas desde el fichaje de la artista Rihanna en 2015.
El impacto se ha dejado notar en particular en Francia, donde Puma viste ya al 21 % de los jugadores de primera división, frente al 7 % de hace tres años. Todavía quedan lejos Adidas, que tiene bajo contrato al 45 % de los jugadores, y Nike, el 32 %.
Pero la llegada de Neymar ha ayudado también a cambiar la imagen de Puma a los ojos de los futbolistas, que empiezan a considerar a la par que los dos grandes del mercado.
Lacour señala que los jóvenes ahora quieren fichar por Puma, mientras que la marca incrementa su penetración en algunos mercados, como el brasileño, donde su cuenta de Instagram registra el mayor número de seguidores. Otro récord atribuible a Neymar.
El optimismo invade los locales de la marca germana, cuyo presidente Gulden aseguraba hace unos días al diario Handelsblatt que la marca aspira a doblar su volumen de negocios en un plazo no demasiado largo.
Para ello, no solo quieren vender ropa deportiva y cada día desarrollan más sus modelos «casual», para lo que también utilizan la imagen de Neymar.
Su director creativo, Heiko Desens, estuvo en contacto con la estrella brasileña para crear modelos derivados de sus gustos, de su modo de vida, de su pasado, según Lacour.
«Neymar quería inspirarse de los lugares donde creció, por lo que hicimos guiños a referencias a Santos y Sao Vicente en todas las piezas de la colección», señala. El jugador del PSG también estará presente en la línea que tienen prevista sacar sobre Batman, personaje admirado por Neymar, con motivo del estreno de la película sobre el hombre murciélago.
El impulso de Neymar anima a Puma a seguir reforzando su presencia en el fútbol. El noruego Erling Haaland, uno de los jugadores más en boga en el momento, cuyo contrato con Nike expira, está en negociaciones con la marca alemana, según publica el diario Bild.
EFE.