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Nada para celebrar: La renovación es urgente

Estos días que transcurren entre la Navidad y el Año Nuevo suelen ser de celebración. La familia se reúne y comparte. A veces los años son buenos y los motivos para celebrar son muchos. A veces hay momentos malos, pero en estos días se trata de dejar un poco las penas al costado y buscar algún espacio para el festejo.

Cuando uno mira la política paraguaya, sin embargo, siente que en este fin de año hay poco para celebrar. El año político ha sido malo en general. Como producto de esto, el di­vorcio entre el accionar de los políticos y el sentir de la gente es cada vez mayor. Cuando pensábamos que ya nada podría sorprendernos, nos encontramos con los lamentables hechos ocurridos la semana pasada en la Municipalidad de Asunción. La fiscalía allanó y encontró una caja paralela de recaudaciones. Esto desembocó en la renuncia del In­tendente Ferreiro y en la elección de uno nuevo, en un proceso polémico. La situación llegó a niveles extremos, incluso para un país lamentablemente acostumbrado a los es­cándalos políticos. ¿Por qué existe una caja paralela y de dónde salen los fondos que se depositan en la misma?; y ¿para qué? Fondos que deberían ser destinados a resolver los muchos problemas estructurales de nuestra querida Capital tenían un destino incierto.

Podemos reafirmar lo que ya venimos diciendo hace mucho tiempo: la corrupción es uno de los grandes problemas endémicos que sufre nuestro querido Paraguay, y uno de los mayores obstáculos para lograr el tan ansiado desarrollo económico y social. ¿Hasta cuándo? Todos los paraguayos debemos pararnos firmes, no podemos seguir tolerando que hechos tan graves queden sin castigo. Es necesario que la Fiscalía y la Contraloría General de la República investiguen y aclaren lo ocurrido en la Municipalidad de Asun­ción. No podemos permitir que coyunturas políticas generen más hechos de corrupción impunes. Tras muchos meses de escucha a los ciudadanos de Asunción tenemos clara la indignación popular. Tenemos clara la demanda de renovación de la política que, ante hechos como este, se vuelve más urgente que nunca.

El 2019 termina con poco para celebrar, pero el 2020 está en nuestras manos. No perda­mos la esperanza de que juntos podemos hacer bien las cosas. Tengamos la certeza de que construir la ciudad y el país que nos merecemos es posible. De nuestra parte segui­remos trabajando intensamente para que, si Dios y la ciudadanía así lo quieren, dentro de un año podamos estar iniciando una nueva etapa, al frente de la Municipalidad de Asunción.

¡VAMOS ARRIBA!

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Expertos en Historias urbanas.

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