La selección argentina de básquet superó a Serbia, una de las potencias del torneo, por 97-87 y pasó a ocupar un lugar en las semifinales del Mundial FIBA disputado en China.
El conjunto argentino, que consiguió la medalla de Oro en los JJ.OO. de Atenas 2004, ingresó al partido sabiéndose clasificado a Tokio 2020, debido a la caída de Brasil ante EE.UU.
Luis Scola, uno de los sobrevivientes de la generación dorada – con 20 puntos y 5 rebotes- y Facundo Campazzo, figura del Real Madrid con 18 puntos y 12 asistencias, se convirtieron en armas importantes para doblegar a un equipo que se presentaba como potencia.
El conjunto dirigido por Sergio Hernández accede a las semifinales y espera por su rival que se conocerá tras el duelo de hoy entre el todopoderoso Estados Unidos y la competitiva Francia. Argentina fue campeón del certamen en la edición disputada en su país en 1950, finalista en Indianápolis 2002 (Cayó ante Yugoslavia) y cuarto en Japón 2006.
EL conjunto sudamericano propuso un arranque veloz, sin salir de su libreto de marcar duro y al límite de la falta. Comandados por el base del Real Madrid llegó a sacar una diferencia de 8 puntos (12-4) con un triplo incluido de Luis Scola.
El conjunto europeo no encontraba a sus figuras Bogdan Bogdanovic y Aleksandar Djordjevic y tuvo dificultades para frenar los intentos perimetrales de los sudamericanos que inició el tercer cuarto con 56% de efectividad (9 de 16).
De esta manera la camada de los Deck, Campazzo, Laprovittola y compañía da un paso más en el mundial, buscando superarse, compitiendo por sobre todo con la difícil tarea de mantener en alto el legado dejado por la Generación Dorada.