El largo y pedregoso camino que han recorrido el inglés David Beckham y los propietarios del Inter Miami CF finalmente llegó a su fin, tras recibir el voto a favor de los comisionados de Miami para el estadio de este equipo de la Major Soccer League (MLS).
Tras lograr los mínimos 4 votos a favor (de un total de cinco) que se requerían, el Inter Miami podrá poner en marcha la construcción del estadio con capacidad para 25.000 espectadores y acabar así con 8 años sin su añorado recinto en esta ciudad del sur de Florida (EEUU).
El estadio se ubicará en el que será un complejo cercano al aeropuerto, que se llamará “Miami Freedom Park” y albergará también un centro comercial, oficinas y un hotel.
El contrato de arrendamiento por 99 años de un terreno de 52 hectáreas en el campo de golf Melreese Country Club, concedido sin licitación pública como resultado de un referéndum en las elecciones de 2018, implicará para Miami un alquiler mínimo de 3,57 millones de dólares anuales, así como unos 40 millones en impuestos a la propiedad.
El club de la liga profesional de fútbol pagará además a la ciudad unos 20 millones de dólares para desarrollar un parque público de 23 hectáreas en el lugar como resultado de este acuerdo, respaldado por el alcalde de esta urbe, Francis Suárez.
Durante la sesión de la comisión de este jueves, Suárez calificó de “fenomenal” la propuesta del club, y denunció además un “esfuerzo de desinformación” para desacreditar la labor de su administración en la negociación de este contrato, que obliga al Inter Miami a cubrir los gastos de la limpieza medioambiental en el terreno.
Los comisionados Ken Russell, Alex Díaz de la Portilla, Joe Carollo y Christine King votaron a favor del acuerdo, mientras el comisario Manolo Reyes fue el voto en contra, informó Local 10.
El estadio y complejo de unos 1.000 millones de dólares de inversión ha encontrado oposición desde varios frentes, incluido un documental del realizador Billy Corben, dos exgerentes de la ciudad y algunos vecinos del Melreese Country Club, como han dado cuenta medios de Miami.
Para Beckham ha sido un largo camino de cara a establecer la sede y estadio de su equipo desde que en 2014 la MLS anunciara la concesión al exjugador inglés de una franquicia en Miami para la liga estadounidense de fútbol.
El primer objetivo de Beckham y sus socios fue un terreno cerca del Puerto Miami, donde chocó con la oposición de la poderosa industria de cruceros y de algunos comisionados de la ciudad.
Tampoco prosperó el segundo intento del club, un terreno en el parque Maurice A. Ferré y cerca del coliseo del equipo de baloncesto Miami Heat por el que ofreció un alquiler de dos millones de dólares anuales.
Entre los años 2015 y 2017, se cayeron también el complejo proyecto adyacente al estadio del equipo de béisbol local, los Marlins, así como otro en Overtown, al norte del centro de la ciudad y por el que el grupo llegó a comprar 3,6 hectáreas.
Fue con el embarque a fines de 2017 de los hermanos y empresarios Jorge y José Mas como nuevos propietarios del club, los cuales poco después descartaron el emplazamiento en Overtown por no ser de suficiente tamaño, que surgió el prospecto del campo de golf Melreese Country Club como proyecto donde fijar la sede del equipo.
Entre medias, Jorge Mas se sumó al grupo de inversionistas que recientemente compraron el Real Zaragoza de la segunda división española.
En los últimos años el Inter Miami CF ha estado operando en el DRV PNK Stadium de Fort Lauderdale, unos 40 kilómetros al norte de Miami, ciudad donde también esperaban este jueves expectantes el desenlace de la votación. EFE