Pese a que el sistema educativo del país incluye parte de la secundaria (inferior) dentro de la educación básica, apuntando a la obligatoriedad en un intento de frenar la deserción escolar, el acceso a esta etapa de la formación académica aún es muy limitado.
En este sentido, las brechas de asistencia entre la secundaria inferior y la superior (Nivel Medio) se ensanchan a favor de los varones, mientras que las mujeres siguen siendo las más afectadas por la falta de acceso a niveles escolares superiores, reveló el informe “Diversificación de la estructura de la escuela secundaria y segmentación educativa en América Latina”, de La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
Las desigualdades económicas también agudizan el limitado acceso a la educación secundaria. Así, el informe de Cepal reveló que la tasa neta de asistencia a la secundaria aumenta conforme a la cantidad de ingresos y alcanza el 96% en el quintil V (más rico), pero solo 89% en el quintil 1 (sector más carenciado).
En cuanto a la finalización de esa etapa escolar, datos de Cepal señalaron que mientras que el 79% de los matriculados logra culminar la secundaria baja, solo el 64% finaliza la secundaria alta (Nivel Medio).
Nuevamente, en las diferencias por quintiles de ingresos de los hogares, las brechas de finalización entre la secundaria inferior y superior resultan siempre más pronunciadas entre la población adolescente de hogares ubicados en el primer quintil de ingresos, en comparación con la población del quintil más alto. Estas desigualdades resultan mayores en Paraguay, Brasil y Uruguay.
SISTEMA NO PUEDE GARANTIZAR PERMANENCIA DE ESTUDIANTES
Karina Hugo, especialista en educación, creadora de modelos pedagógicos y directora del Centro Educativo “Las Margaritas”; recordó que el limitado acceso a la formación secundaria y las altas tasas de deserción escolar se deben a las desigualdades socioeconómicas que someten al país.
“La tasa de deserción más alta se da justamente en la secundaria, porque no están cubiertas las necesidades básicas de los chicos, que tienen que salir a muy temprana edad a trabajar. Ese es el motivo fundamental”, recalcó.
Además, Hugo agregó que en busca de una transformación del modelo educativo resulta indispensable “enriquecer y diversificar” la oferta secundaria del Paraguay.
“Tenemos tipos de bachilleratos que no están vinculados a oficios, solamente vemos esas ofertas en los colegios técnicos, que son muy pocos en el país. Ese tipo de oferta educativa no es lo suficientemente atractiva para mantener a los chicos escolarizados”, mencionó.
De hecho, en el informe de Cepal se indicó que los estudiantes procedentes de hogares pobres o de los quintiles de ingresos más bajos representan una porción menor de la matrícula de la orientación técnica que de la orientación científica.
“La educación no le está dando al chico ese norte que necesita en el área vocacional y, también, en el campo de una salida laboral concreta que sea afín a sus intereses y deseos personales”, expresó.
PUENTE ENTREEDUCACIÓN Y TRABAJO
Finalmente, la especialista en educación remarcó la necesidad de, además de diversificar la oferta de la etapa secundaria, crear una especie de “puente” entre el Ministerio de Educación y Ciencias y el Ministerio de Trabajo.
“Esta iniciativa se tiene que dar para que verdaderamente los chicos que van egresando de la secundaria tengan una oportunidad laboral directa. El proyecto se tiene que dar a través de programas y convenios con empresas privadas”, afirmó.
La experta concluyó que “el mundo, de la mano del Internet, está cambiando y nuestro país no está preparado para afrontar los nuevos desafíos. Tenemos que destrabar la educación tecnológica para brindar a los estudiantes una formación de calidad”.
Karina Hugo, especialista en educación