Raúl Díaz, un ingeniero español, fue acusado de matar, descuartizar y azar en una parrillada a su mujer, una paraguaya de nombre Romina Celeste Núñez.
Este lunes 16 de enero se cumplen cuatro años desde que ingresó en prisión preventiva. Pero como en todo este tiempo no se celebró aún el juicio, debe quedar en libertad antes del lunes, según dictan las leyes españolas. Es decir, una persona condenada no puede estar cuatro años tras las rejas sin que se le haya celebrado un juicio.
Claudia Claros, periodista boliviana y fundadora de la plataforma “Todos Somos Romina”, quién desde finales del 2018 está haciendo seguimiento del caso, afirmó que están molestas y desconcertadas por esta situación.
“Todos los colectivos nos respaldan. Está haciendo un gran esfuerzo la abogada Emilia Zeballos de la defensa, tiene tres días para presentar un recurso y hacer un seguimiento”, señaló Claros quién también es una amiga de la familia.
Rubén Díaz confesó que descuartizó el cuerpo pero no que mató a su mujer. El caso se ha dilatado tantos años porque el presunto asesino ha cambiado de abogado cinco veces. Sin contar con los recursos de dilación presentados.
“Resulta que la justicia española afirma que cuatro años no puede estar un posible asesino con prisión preventiva. Este señor no ha sido juzgado por eso queda en libertad solo con la condición de firmar cada lunes en cualquier juzgado de España. Puede trasladarse a nivel nacional, de las Islas Canarias a Madrid, Barcelona y más, pero no salir del país”, explicó.
CONTEXTO
Romina Celeste de 29 años y madre de dos hijos, (ajenos a su última relación con el español) fue víctima de violencia de género en el 2019. Su marido, un ingeniero industrial de 44 años declaró tras ser detenido que volvió a casa la noche de año nuevo, tras consumir drogas y la encontró muerta. Se asustó y quemó al menos una parte del cuerpo en una barbacoa (parrilla).
Los vecinos asustados por el humo y el hedor se acercaron a la vivienda a lo que el sujeto, explicó, muy tranquilamente, que estaba haciendo un asado. Una semana después, por presión de su suegra, se presentó ante la Guardia Civil para denunciar la desaparición de su mujer.
Solo 48 horas antes del crimen, Romina acudió al hospital de Lanzarote con lesiones. Pero antes de que sea atendida y se activara el protocolo de violencia contra la mujer, su marido se presentó en el centro sanitario y se la llevó.
La Fiscalía pide 20 años y dos meses de cárcel por seis delitos; maltrato habitual, violencia de género, homicidio, profanación del cadáver, simulación del delito, entre otros.
Ruiz Díaz, aseguró a un allegado, que consideraba a Romina como «un ser inferior», ya que era joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente, esto se logró saber tras la intervención de su aparato celular por parte de la Guardia Civil.
El acusado tiene dos hijos, es divorciado y conoció a la víctima en un club. Tras un breve noviazgo, se casó con ella. Romina también tenía dos hijos que vivían en Paraguay, quería que fueran a vivir con ella en España.
Desde octubre, existe un acercamiento entre los abogados con el fin de no llegar al juicio a cambio de una conformidad. Es decir, que la condena tenga una rebaja sustancial a cambio de una indemnización considerable para la madre y los hijos de Romina. Pero esto no pudo avanzar por la nula colaboración de la Fiscalía.
A riesgo de que pueda fugarse, la Fiscalía ha pedido al Juzgado que imponga a Raúl Díaz una comparecencia diaria, la retirada del pasaporte y que se le prohíba salir del país hasta que se celebre el juicio.
Fuente: ABC.