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Ya no estamos en pandemia

El 5 de mayo, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que la COVID-19 ya no es una “emergencia de salud pública de importancia internacional”. Lo que indica que se ha vuelto más seguro el frecuentar lugares públicos sin los cuidados previos de andar con la boca tapada, cubiertos con alcohol o con algún tipo de armadura que nos proteja de nosotros mismos en momentos o espacios que signifique tener a muchas personas en los mismos.

Esa declaración señala la entrada en una fase diferente de la batalla colectiva de la humanidad contra el coronavirus SARS-CoV-2. ¿Significa esto que la pandemia ha terminado? No. ¿Es prematura la declaración? Las opiniones de los expertos difieren.

 

El virus seguirá evolucionando, lo que significa estar con cuidado siempre lo que no significa  volver a cómo vivíamos antes al momento de haber sabido lo dicho por Adhanom. “Lo que significa esta noticia es que es hora de que los países inicien la transición del estado de emergencia a la gestión de la COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas para tener un efectivo control y estar inmunizados física y mentalmente de los problemas que solo pueden ser bien enfrentados si existe una conciencia colectiva que asegure la paz y seguridad de todos desde el barrio, la ciudad y el país que habitemos.

Estar atentos

Ningún país debe bajar la guardia, ni desmantelar los sistemas de protección creados para la pandemia. No se debe engañar a nadie haciéndole creer que la covid ya no es un motivo de preocupación. Las muertes han ido a la baja desde hace más de un año, pero, a fecha de la semana pasada, la enfermedad seguía matando a un mínimo de 480 personas al día.

No  solo representa un aviso para tener en cuenta y volver a pensar del porque no me inmunizé cuando la oportunidad existió y así seguiría seguro de poder tocar o ingresar a lugares públicos.

Hay otras enfermedades infecciosas más antiguas y menos llamativas con tasas de mortalidad más altas que la COVID-19 en la actualidad. La malaria, según una estimación reciente de 2021, mata a unas 1700 personas cada día, la mayoría de ellas en África y menores de 5 años. El sida mató a unos 1800 seres humanos al día durante ese mismo año. El número de muertes por tuberculosis fue más alto, alrededor de 4000 al día. ¿Es la malaria una emergencia?. No debemos tomar anuncios cómo el hecho el pasado 5 de mayo como un fin a las preocupaciones que existieron cuando se dio inició a los problemas que podía, pudo y puede todavía hacer el covid en muchas vidas.

Podemos ayudar o salvar si juntos nos comprometemos a limpiar nuestros barrios y liberarlos de suciedades, desorden o insectos que nos pueden dejar adoloridos o en cama.

Ya es hora de dejar de considerar la COVID-19 una emergencia de salud pública de importancia internacional pero el coronavirus sigue con nosotros, lo que indica continuar con el uso de medidas preventivas en reuniones sociales o al solo asistir a espacios que signifique tener a muchas personas en los mismos. El covid de por sí no ha desaparecido y debemos continuar teniendo mucho cuidado con quiénes, cómo y dónde nos juntemos. Al ya entender que entre nosotros hay riesgos y solo entre nosotros podemos reducir los peligros y daños que podemos o no hacernos cómo lo hemos logrado con el covid y otras epidemias.

El COVID-19 sigue siendo sin duda un asunto de salud pública de preocupación internacional. Seguiremos viviendo con ella, y muriendo de ella, por esto aunque se hagan anuncios cómo el que ha leído más arriba siempre debemos tener cuidado dónde, cómo, cuándo y con quienes nos reunamos.

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