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Una revolución en el laburo

El trabajo es la cosa hecha trabajando,  especialmente  una obra artística, intelectual, científica o técnica a cambio de un reconocimiento. Existen países como Francia donde este ejercicio natural del ser humano desde siempre  va dejando de ser practicado. El medio de comunicación “L’Express” titula un artículo: el trabajo,nuevo mal francés. A través de sondeos y encuestas se evidencia esta desafección, acentuada por la crisis del Covid. 

Para disgusto de las empresas: ¿cómo contratar y retener empleados que condicionan su compromiso a aspiraciones nuevas, a menudo contradictorias? Algunos quieren estar mejor asociados con las decisiones de gestión, pero se niegan a ascender de rango. Otros piden más espíritu colectivo, al tiempo que apoyan el teletrabajo. Así y todo esta forma de “trabajar” no supone algo bueno para las empresas que buscan llegar a un objetivo en particular.  L’Express explora los problemas y las consecuencias sobre la economía del país y su modelo social.

Cambios de lógica

Cómo podemos los millennials exigir nuestro lugar, espacio y comodidad si no hacemos algo con la creatividad que decimos tener pero que no la usamos para laburar para empresas y nosotros mismos. La única forma de tener atención y consideración de quien sea es mostrando resultados positivos a los empleadores que reconoceran naturalmente el trabajo hecho. Teniendo esto en claro y haciendo las cosas en orden y cómo deben ser ejecutadas tendremos orgánicamente ponderación a lo solicitado.

Cómo generación nos toca sacudirnos particularmente y lograr mostrar así buenos trabajos en colectivo, críticas y llamadas de atención que  existen de sobra  y ya cansa estar escuchando llamadas de atención por errores ajenos que pueden y dañan los objetivos que tengamos cómo equipo de lo que sea.

Tiempo atrá existió un momento conocido cómo la revolución industrial que supuso el paso de una economía agraria a una economía liderada por la industria, en la que la producción de bienes se realizaba de manera mecanizada y reemplazaba el uso de la mano de obra humana.  Así cómo hoy ya se tiene el miedo del uso de la inteligencia artificial (IA) que puede y ya reemplaza mentes y mano de obra humana que debemos seguir afinando y mejorando nuestras habilidades para proteger nuestros empleos para evitar que robots nos dejen desempleados y sin recursos.

Para hacer frente a nuestras demandas naturales y no superfluas cómo la vendida por el mercadeo, trabajo que también ya  se ve afectado por el uso de la IA que quizá también sirve para generar lo que sucede en Europa y que debemos tomar este hecho cómo un aviso a lo que puede suceder en Sudamérica y otras latitudes del mundo donde el trabajo puede llegar a ser un mal social, algo preocupante.

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