Los dos primeros años de vida son los más importantes para el aprendizaje del habla y el lenguaje. Una intervención temprana evaluada por un especialista es indispensable para evitar los efectos adversos de un futuro. La audición constituye un sentido fundamental en la vida de un individuo, en especial en el aprendizaje y en las relaciones interpersonales.
Cualquier trastorno en la percepción auditiva de un niño, a edades tempranas, inevitablemente afectará su desarrollo lingüístico y comunicativo, también los procesos cognitivos y, consecuentemente, la integración escolar, social y laboral.
El Programa de Detección Temprana de Hipoacusia en niños se creó en marzo de este año, en medio de un contexto pandémico que pudo ralentizar el proceso. En los 5 meses de testeo con pruebas de otoemisiones acústicas han llegado a realizar 10.000 estudios en neonatos, han llegado a 20 hospitales y a mediados de este año esperan llegar a 30 con un servicio gratuito para los recién nacidos.
“El sistema privado aún no contempla estos análisis, solo tenemos en el sistema público del país. Es un aparato americano de última generación que se coloca al bebé en el oído como un auricular pequeño que envía un sonido y luego el órgano envía una respuesta, el proceso no duele y se evalúa la maduración auditiva”, comentó la encargada del proyecto, Vanessa Farina.
Agregó que los aparatos además de estar en hospitales de referencia como el Materno-Infantil de San Pablo o la Cruz Roja, también se encuentran en centros hospitalarios de Capiatá, Altos, Pilar, Fernando de la Mora, Villarrica y otros.
“Si el bebé no nace en uno de los hospitales donde contamos con la tecnología, los papás pueden acercarse a uno de estos y solicitar un turno. Si no pasa la primera prueba se va con una segunda cita y la mama ya sabe que debe retornar al mes y si pasa lo mismo con la próxima prueba, gestionamos una más diversa y encaminamos todo para que antes de los 6 meses de vida tengamos el diagnóstico y podamos hacer algo en tiempo”, resaltó la especialista.
Resaltó la importancia de este examen dado que la detección por parte de los padres puede darse hasta dos años después del nacimiento. Enfatizó en que existen consultas gratuitas de este tipo en el país.
“Hay muy poca conciencia de que los seres humanos debemos evaluarnos pronto la audición, hay poca cultura del diagnóstico, si le podemos ayudar antes al niño va a desarrollarse como un normooyente, si dejamos pasar el tiempo aunque le pongamos la mejor tecnología no va a poder desarrollar el habla. El equipo de especialistas que tenemos está muy bien preparado, invitamos a las familias que se acerquen y soliciten el examen”.
Dijo que la audición es fundamental para el desarrollo de la persona, nos permite llegar además a desarrollar la palabra y con ello armar pensamientos.
“Si no lo descubrimos tempranamente y el niño no tiene más herramientas quedará con menos posibilidades en este mundo tan competitivo. Es responsabilidad de los padres hacer todo lo que podamos para que se desarrollen bien”, concluyó la doctora Farina.
LOS TRASTORNOS
En cuanto a la hipoacusia, según el Ministerio de Salud, es fundamental identificar el momento de su aparición para efectuar una detección temprana, con el propósito de optimizar la calidad de vida de los pacientes especialmente asociada a un mejor desarrollo del lenguaje.
El protocolo de detección, en la fase de tamizaje, se basa en otoemisiones acústicas (OEA) que son sonidos emitidos por la cóclea, provocados por un estímulo breve o múltiples clicks que revelan información sobre el funcionamiento del oído interno. En caso de no obtener respuesta frente al estímulo provocado, podría indicar pérdida auditiva en el recién nacido o niño.
Para la correcta utilización de estos aparatos en Paraguay, se contempló la capacitación técnica de los equipos multidisciplinarios de entre los que se puede nombrar a otorrinolaringólogos, fonoaudiólogos, pediatras y licenciadas en neonatología, que se encuentran a cargo de la realización de los estudios y seguimiento de pacientes.