La política cada vez más lejos del recato y la modestia y cada vez más revolcada en el hedor y el mal olor.
¿Qué se entiende por pudor, una condición cada vez más escasa en nuestras sociedades? Según la academia de la lengua castellana, pudor tiene un primer significado que es honestidad, modestia, recato. Una persona pudorosa se guarda muy bien de mostrarse más allá de lo debido según las circunstancias, guardándose para sí otros aspectos de su personalidad que a criterio suyo son de su absoluta privacidad.
Hoy, con el creciente dominio de las redes sociales, esa reserva es cada vez más escasa y muchas personas no dudan un segundo en exhibirse en todas sus facetas, aún las más íntimas, si con ello aumentan la cantidad de likes o de plays que saltan en el contador de visitas de su sitio.
Gracias a los cultores desenfrenados del tik-tok y el Instagram, hoy podemos calar a cada personaje en su grado de exhibicionismo, entendiendo por calar el arte de (sic RAE) “cortar el melón para apreciar su grado de madurez”.
Cierto “apoderado” de un movimiento político filtró en un grupo de whatsapp una fotografía en la que aparece sentado tras una mesa en la que ha desparramado fajos de billetes algunos de los cuales contienen hasta 10 millones de guaraníes. El sujeto argumenta que ese dinero está destinado a ciertas internas partidarias rumbo a unas elecciones equis en un cierto paraje cuyo nombre no viene al caso.
Ya sabemos que una jornada electoral demanda una cantidad ingente de recursos. Para eso está la Justicia Electoral que provee insumos (urnas, papeletas de votación) y dispone la infraestructura necesaria. Los encargados de las mesas de votación gozan de un día de descanso compensatorio remunerado. Todo el personal movilizado, incluidos los apoderados de los partidos, movimientos políticos y alianzas, integrantes de las mesas receptoras de votos y los veedores recibe comida y bebidas no alcohólicas repartidas por la Dirección del Registro Electoral.
Entonces, si todo el gasto electoral está previsto por el Código, ¿para qué se necesita tal cantidad de dinero en efectivo? Sí, la pregunta es estúpida pero era preciso hacerla para dejar en claro que la política carroñera trabaja a cielo abierto comprando votos en masa.
En medio de ese festival de corrupción, no faltan los personajes que hacen alarde de un delito con total impunidad, burlándose de todos los mecanismos de control de lavado de dinero. En ese charco infecto en el que se acumulan las miasmas de la política de cloacas, surge el segundo significado de la palabra pudor: “hedor, mal olor”.
¡Cuánto pudor hay en la política paraguaya!
