jueves, mayo 9, 2024
19.7 C
Asunción
InicioEditorialPrimera magistratura

Primera magistratura

Categoría

Fecha

Un cargo que no debiera ser para cualquiera

Una frase que rueda por ahí dice que la democracia garantiza que cualquiera pueda aspirar a ser Presidente de la República pero no un cualquiera. La sutileza gramatical resalta el hecho de que aspirar a la máxima magistratura de la República es un derecho garantizado a todos los ciudadanos. Pero a partir de allí, se debería iniciar un proceso que garantice que al cargo lleguen los mejores.

Las grandes democracias han emprendido hace un buen tiempo ese camino. Emmanuel Macron acaba de ser reelecto en Francia tras una doble vuelta electoral bastante reñida. Los franceses le han revalidado el título a un hombre formado en la Escuela Nacional de Administración de cuyos recintos salieron tres presidentes de la República (Giscard d’Estaing, Chirac y el propio Macron), además de primeros ministros y políticos de gran relevancia en la vida francesa.

Pedro Sanchez, presidente del Gobierno de España desde 2018, tiene un doctorado en ciencias económicas graduándose luego en el IESE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas de Europa y de donde salieron dirigentes de muchos países del continente.

Y para cerrar esas citas de excelencia, Magdalena Anderson, primera Ministra de Suecia, se ha graduado en la Escuela de Economía de Estocolmo cuyo MBA es el septimo más prestigioso del mundo según The Financial Times. Su formación la completó en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Harvard.

El común denominador de estos ejemplos no es sólo un amontonamiento de títulos de postgrado, maestrías y doctorados. Despejando factores encontraremos que Macron, Sanchez y Anderson tienen una solida formación administrativa que les permite analizar, diagnosticar, formular y aplicar políticas de Estado y de Gobierno que acompañen la compleja vida política, económica, social y cultural de sus países. Charles de Gaulle, héroe de guerra y Presidente de Francia, dijo cierta vez que es muy difícil gobernar un país que produce 300 clases diferentes de quesos. Fue durante la denominada guerra del camembert, una denominación de origen que se disputan aún hoy varias regiones del país.

Ocupar el sillón presidencial no debe ser para cualquiera. Tal vez esta sea una máxima a la que por ahora no podamos aspirar y que debamos resignarnos a ver muchos improvisados sentados en ella.

Pero tal vez algún día…

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
Artículo anterior
Artículo siguiente