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Potencialidades humanas únicas

Hoy día vamos confiando cada vez más a las máquinas casi todas nuestras responsabilidades. Conocer el camino más rápido y menos transitado para llegar a un lugar,  fechas de citas o tareas para hacer algo en particular con aquella persona que tampoco recordamos su nombre es el derrotero actual. Todo se encuentra en el disco duro real o virtual de nuestro compañero en la realidad que de la virtualidad o de aquello que se asemeja a ser real vamos aceptando a considerarlo verdadero. 

Y no se preocupe porque se han descubierto dos capacidades  que un robot jamás podrá emular al ser humano. La Inteligencia Artificial ha evolucionado rápidamente, revolucionando numerosos campos, desde la atención sanitaria hasta las finanzas, y desde la ciencia climática hasta el entretenimiento pero tiene sus limitaciones.

Y no termina ahí la lista de tareas que un dispositivo fabricado para servir cómo herramienta, finalmente no está reemplazando por su facultad de hacer mejor y más rápido una tarea encomendada.

Entre algunas capacidades que una máquina no podrá igualar se encuentran: la creatividad y la empatía.  Son características muy arraigadas en nuestras experiencias subjetivas y en nuestra conciencia y, al menos por el momento, están fuera del alcance de la IA.

Por ende debemos estar concentrados no solo en aprender cómo usar un teléfono inteligente, notebook o cualquier pantalla, que fueron fabricadas para que nos sirvan y no se sirvan de nosotros sino fortalecer lo que no puede ser replicado.

Este aviso es para entender que nos debemos enfocar mucho más en conocer más y mejor cualquier área en la que de a poco se van insertando las máquinas que amenazan la perseverancia y existencia humana. 

La empatía es definida como la capacidad de entender y compartir los sentimientos de los demás, es esencial en la interacción humana.  Es la fuente de nuestra compasión y de nuestra capacidad de ofrecer consuelo en momentos de angustia.

Potenciar capacidades 

La creatividad, la capacidad de generar ideas o soluciones nuevas y curiosas, es otra habilidad humana que la IA intenta imitar. Es la fuerza impulsora detrás del arte, la literatura, la música y muchos avances científicos.

Son dos áreas que se basan en un aspecto que no se ha desarrollado para las máquinas que es el sentimiento. 

Estas dos cualidades nos hacen humanos. Son fundamentales para nuestra identidad y nuestro modo de interactuar con el mundo. Uno donde nos vamos encontrando con máquinas en lugares que no esperábamos cómo nuestros baños, dormitorios, cocinas, aulas, oficinas y hogares donde existen o existían seres humanos que también vamos viviendo cada día más separados y aislados con pantallas que se han convertido en nuestros “espejos negros” y murallas entre las personas que afectamos de esta forma nuestra capacidad de comunicarnos, evaluar lo visto o escuchado y responder a un cuestionamiento.

En la unión está la fuerza. La IA puede manejar tareas que requieren un uso intensivo de datos, liberando a los humanos para que puedan concentrarse en tareas que requieren precisamente los dones de los que ella carece quizás haciendo nuestras tareas y objetivos cada vez más cerca y posibles de alcanzarlos si usamos bien los algoritmos hechos para calcular, reunir información. educar o enseñarnos algo que debemos conocer para maniobrar por un camino libre de accidentes y lo más seguro posible pra movernos en paz y con éxito. 

 

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