A rey muerto, rey puesto. Tras la destitución de Maurizio Sarri, quien se desempeñaba como entrenador en el Juventus, pocas horas después, el jefe del club, Andrea Agnelli, anunciaba la sorprendente llegada de Andrea Pirlo al banquillo de Turín.
El exfutbolista italiano es toda una institución en la Vecchia Signora, pero con una experiencia nula en un vestuario profesional o no.
Juve emula con este movimiento, lo que ya hicieran grandes clubes como Barça o Real Madrid en el pasado. La atrevida apuesta por Pirlo es parecida a las de Guardiola o Zidane, que tan buenos resultados dio a sus respectivos equipos.
En Italia ya se habla de una jugada maestra del presidente bianconero, con la que espera que llegue por fin el juego vistoso que anhela la afición y que Sarri no logró.
RESPETO GANADO
Para implantar una ideología propia en un vestuario, lo primordial es el respeto de los hombres a los que vas a dirigir. Pirlo lo tiene logrado por partida doble. La deportividad, calidad y elegancia que demostraba sobre el rectángulo de juego cautivó a toda una generación de aficionados al fútbol y sirvió para ganarse la reverencia de sus compañeros de gremio.
La otra pata del respeto, el vestuario, lo tiene, si cabe, aún más dominado. Andrea dirigirá a una plantilla donde la vieja guardia ha sido, durante años, compañeros. Los Buffon, Chiellini o Bonucci no harán más que ponerle las cosas fáciles en su primera experiencia en el vestuario.Cristiano Ronaldo será, quizás, el hueso más duro de roer al que se va a enfrentar.
La relación de CR7 con Sarri no era la mejor. Una situación similar vivió en Madrid en la temporada 2015-16. El astro portugués no terminaba de ser afín a Rafa Benítez, pero una vez que el español fue destituido y llegó Zidane, el club blanco comenzó a ganar títulos. Cristiano rinde más cuando lo dirigen figuras con nombre. El francés, Ancelotti, Mourinho y Ferguson son los precedentes.
SISTEMA DE JUEGO
Con la plantilla aparentemente en el bolsillo, deberá implantar su idea de fútbol. Todo hace indicar, como no podía ser de otra forma, que apostará por el buen trato del esférico. La plasmará en un 4-3-3 en rombo y el tempo del equipo lo marcará el mediocentro por delante de la defensa -la que era su posición-. Para ello ya se trabaja en la incorporación de Jorginho. La salida de balón jugada desde atrás se verá potenciada. De Ligt, de la siempre técnica escuela del Ajax, quien ha sufrido mucho con el fútbol de Sarri, será uno de los más beneficiados con el nuevo entrenador. Los laterales, seguramente, serán largos y muy ofensivos. Cuadrado y Alex Sandro encajan a la perfección.
La pieza angular estará flanqueada, seguramente, por un medio puro, con recorrido y un medio de carácter más creativo y menos defensivo. A la espera de saber quién hará las veces de Gattuso en la nueva Juve -ya que la marcha de Matuidi, rumbo a la MLS, parece más que segura-, el cerebro de estos dos será el flamante fichaje, Arthur Melo, del Barça.
En la faceta ofensiva, por delante de la línea de medios, en el enganche podría actuar Dybala. La capacidad para asociarse, permutar por tres cuartos de campo y su magnífica pegada le hacen idóneo para esta posición. En cuanto a la punta de lanza, Cristiano jugará con libertad y el otro delantero será más posicional.
Pirlo abre sus puertas, de la mano de una Juve que intentará lograr el décimo Scudetto consecutivo y lograr la tan ansiada tercera Champions League, que se resiste año tras año a viajar a Turín. Siempre desde la elegancia y el buen trato del balón. Llega una Signora elegante.
