Ya pasaron 9 meses desde aquel día de 2020 en que las pacientes con cáncer de mama fueron desalojadas del Hospital Nacional de Itaguá porque la zona se convirtió en el campo de batalla del Covid-19, siendo condenadas así a deambular de un hospital a otro para acceder a su quimioterapia, sus análisis y ver a sus especialistas.
Maria Estela Galeano, paciente e integrante de la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama y Familiares del Hospital Nacional de Itauguá (Apacmafa-HNI), denunció que desde que empezó la pandemia las autoridades sanitarias debían haberles resguardado, ya que corrían doble peligro con el virus.
“Lucho contra el cáncer hace dos años y me agarró también el Covid, imagínate, me voy a hacer los análisis en el Hospital Nacional, después me voy al San Pablo, mis 26 sesiones de quimio me las hice en julio en plena pandemia y fue lo peor”, dijo Galeano.
Agregó que se sienten impotentes y discriminadas, muchos pacientes oncológicos fallecieron porque no había colectivos ni plata para pagar un taxi de Concepción hasta la capital.
“Nos tienen de un lugar a otro viendo al mastólogo en el Nacional, al oncólogo en el San Pablo, lo que hacíamos en una mañana, ahora lo hacemos en una semana, pero no vamos a parar de luchar ni a callarnos, como dicen el que no llora no mama y zapateamos”, aseguró.
A pesar de que se dio el anuncio de que un nuevo espacio para poder hacer sus tratamientos está siendo acomodado, un hecho más que lamentable fue que recientemente se quedaron sin oncólogo y se suspendieron las terapias que ya estaban programadas con antelación.
Alejandro Duarte Villasboa era el profesional que las atendía en el Hospital San Pablo, pero su contrato expiró y muchas pacientes se vieron perjudicadas.
Según Galeano, el viceministro de Salud les prometió que no se quedarían sin doctor y enviarían un reemplazo, pero aún no tienen noticias y el cáncer no espera.
“Existe una despreocupación y desorganización por parte de la dirección del Hospital, solo Covid está en el ojo y las otras patologías de lado, si es que el doctor Alejandro estaba teniendo la finalización de su contrato le podían haber recontratado o sustituir, pero él atendía a 100 pacientes (somos más de 200 en tratamiento constante) y es una irresponsabilidad que quede el lugar vacío y que las pacientes vengan sin previo aviso”, enfatizó.
Galeano dijo que las pacientes llegaron desde Orqueta, Villarrica, Capiatá, Itá y ya es mucha falta de empatía por parte del Ministerio de Salud y la dirección del Hospital.
“No somos menos que el Covid, luchamos por nuestra vida y si no realizamos a tiempo y en forma no avanzamos. Hay un medicamento que se pone durante 8 sesiones por vía venosa y cada 21 días debemos recibirlo, sino no podemos contar la historia. Más de 200 pacientes tenemos contacto con los médicos y no recibimos un aviso oficial para darle a las compañeras y que no vengan al azar si no hay médicos, estamos en espera”, explicó la paciente.
Finalmente, recordó que el perjuicio que recibieron las compañeras que no pudieron hacer su quimio ni con disculpas se resuelve.