El cubano Mijaín López entra en el Olimpo de la lucha libre tras conseguir su cuarta medalla dorada en unos Juegos Olímpicos, igualando a los más grandes.
Cuba, de la mano de Mijaín López, ha hecho historia. El luchador isleño ha conseguido el oro y suma cuatro en la misma prueba individual, igualando a los americanos Al Oerter, Carl Lewis y Micheal Phelps en esta lista de notorios ganadores.
López consiguió su primer oro en Pekín 2008 y a partir de ahí no paró de ganar. Londres 2012 y Río 2016 confirmaron su hegemonía, mientras que, en Tokio, entró en la historia del deporte olímpico, según destaca As de España.
Alexandr Karelin, ruso y con tres oros y una plata, acaba de ser superado por el deportista cubano. El luchador ruso era considerado una auténtica leyenda del deporte mundial en esta disciplina, por lo que vemos la dificultad de la proeza del cubano.
En la final, López venció a Kajaia por 5-0, sin contemplaciones. De 38 años de edad, todo parece indicar que estos serán los últimos Juegos del cubano, pero París 2024 está en el horizonte y las ganas de superar a Al Oerter, Lewis y Phelps no faltarán. La modalidad de 130 kg en lucha grecorromana tiene nombre y apellido: Mijaín López.
FELICITACIÓN ESPECIAL
Mijaín dejó por un minuto de dar entrevistas en la zona mixta del Makuhari Messe debido a que le pasan un celular. Al otro lado de la pantalla está el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. La máxima autoridad lo felicita, le dice que vio su combate, y que está orgulloso de su nueva medalla de oro, la cuarta en unos Juegos Olímpicos.
López sonríe, agradece el gesto y le responde. “Es lo que le prometí el día que salimos desde la Plaza de la Revolución”. En Cuba es una leyenda, que paraliza a la isla cada vez que combate.
“Creo que es algo muy meritorio que el presidente de tu país te llame y te felicite. Es el reconocimiento al esfuerzo que uno realizó para obtener estos resultados. Y es el halago, por algo que uno lleva en el pecho, defender a su bandera”, comentó sobre la videollamada que recibió desde La Habana.
López es consciente de cada uno de sus logros. Se enorgullece de su invicto olímpico que comenzó en Beijing 2008 y no duda cuando le preguntan sobre su posición en la historia de la lucha: “Soy el número uno. Estoy orgulloso de ser el mejor”.
Tampoco se ve con ganas de parar. “Mijaíl está vivo”, responde cuando le consultan si estará en París 2024.
“Es una carrera larga, vengo haciéndolo desde hace muchos años para lograr este objetivo: romper el récord del luchador ruso Alexandr Karelin. Me da mucho orgullo poder hacerlo”, afirmó sobre el ‘Oso’, que ganó tres oros olímpicos y una plata. Desde Tokio 2020 es su nombre el que queda grabado entre los más grandes.