Los equipos finalistas de la sexagésima segunda edición de la Copa Libertadores, Palmeiras y Flamengo, ya se encuentran en el Estadio Centenario de Montevideo, donde desde las 17.00 horas jugarán por el tricampeonato.
La delegación rojinegra hizo su aparición en el coliseo montevideano y, ante las imágenes mostradas en la pantalla gigante y el anuncio por los altavoces, los miles de aficionados del ‘Mengao’ que ocupan la Tribuna Colombes (uno de los fondos) empezaron a saltar y a cantar.
Apenas 10 minutos más tarde, hizo su llegada la expedición del Palmeiras y los seguidores del ‘Verdao’ -no tan numerosos como los del rival- agitaron sus banderas e hicieron sentir sus colores en la Amsterdam.
A diferencia de lo que sucedió en la final de la Copa Sudamericana, jugada el pasado 20 de noviembre, el ambiente de las gradas es colorido y ensordecedor.
La Tribuna Olímpica, situada frente al palco de autoridades, está dividida entre las dos parcialidades con una línea de seguridad par evitar altercados.
Decenas de miles de ‘torcedores’, la mayoría de ellos del Flamengo que llevan días alojados y paseando sus colores por Montevideo, no paran de animar desde su entrada en el estadio hasta el punto de que apenas se percibe la música con que la organización intenta animar la espera.
El Palmeiras, campeón de 2020, y el Flamengo, que logró el título en 2019, se miden por alcanzar el tricampeonato, ya que cada uno de ellos acumula dos triunfos tras los firmados en 1999 y 1981, respectivamente.
Con esta final, Montevideo cierra 10 días repletos de fútbol, en los que albergó la pelea por el título de la Copa Sudamericana, conquistada por el Athletico Paranaense, y de la Libertadores femenina, que obtuvo el Corinthians. EFE
