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La vida en un bus

Si sumáramos la cantidad de tiempo que gastamos en el transporte público para ir al trabajo o algún compromiso laboral, la misma puede alcanzar años. Si a eso agregamos la pésima calidad del servicio, es claro que estemos indignados.
Uno de los tantos problemas y desafíos que tiene cualquier gobierno paraguayo es la creación de serios, puntuales, seguros y aseados sistemas para hacer un buen servicio de transporte público.

Tener no solo calles en buen estado sino vehículos preparados para transportar vidas sin ningún problema y que en algunos casos se le suma la delincuencia u otras dificultades que destruyen viajes que se espera sean rutinarios y sin complicaciones para todos.

Alguna vez en el pasado se planeó y llevó a cabo la construcción de una vía especial para lo que iba a ser el metrobus que acabó siendo un soberano fracaso con un carril más para vehículos que empiezan a mostrar por el volumen de su masiva presencia en nuestras calles la necesidad que tienen algunos caminos de ampliar sus carriles. Deberíamos ya hacerlo en la calle Ultima en dirección a Villa Elisa y Lambaré por ejemplo. Pensar en tranvías y trenes de cercanías es urgente. Viven mas de dos millones de personas en el área metropolitana y el tiempo que pasan los usuarios en chatarras es de mas de tres horas diarias. Esto no puede seguir mas de este manara.

Graves costos
Debemos planificar el uso masivo de la energía eléctrica que tenemos en abundancia para mover en transportes masivos a miles de personas todos los días. El precio será fundamental en el nuevo acuerdo paraguayo-brasileño de Itaipú y nuestro país debe dar el gran paso de usar toda la energía disponible y no esperar que su socio le pague lo que quiera por ella como pasó en los últimos 50 años.

Otro tema es cambiar las reglas del juego con los transportistas privados por las permanentes reguladas o escasez de buses públicos ponen en aprietos a miles de usuarios todos los días. Una problemática que lleva años y no tiene solución. Esto fortalece la etiqueta de impuntualidad paraguaya a los destinos del problemático transporte público paraguayo.

Es tiempo de pensar, construir y aplicar soluciones a los problemas que tiene nuestro transporte público con capacidad y eficacia. Si no sabemos hacerlo nosotros, contratemos a gente de afuera que si sabe hacerlo.-

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