jueves, marzo 28, 2024
33.2 C
Asunción

La identidad profunda

Un interesante trabajo realizado por la psicóloga Raquel Iglesias de la la UCA se adentra en los meandros de nuestra personalidad social como consecuencia de la guerra de la triple alianza. Vivimos en una triple crisis: identidad, valores y destino.

Toda conflagración como la que padecimos busca destruir y acabar vidas o patrimonios humanos sin conciencia de lo que representan para la historia conservarlos y su proyección en nuestras vidas.

En Paraguay por 6 años se vivió una de las luchas más importantes del mundo entre 1864 a 1870 en la que tres países se enfrentaron contra uno que fueron Argentina, Brasil y Uruguay contra el Paraguay siendo el principio de la misma la intervención de Paraguay defendiendo a Uruguay en sus intereses económicos lo que desencadenó la molestia del Brasil que respondió invadiendo territorio uruguayo a lo que Paraguay responde con el incidente de un un buque mercante del Brasil del Mato Grosso dando inicio a la guerra contra el Paraguay que es una de las más sangrientas del mundo en aquella época.

Los números hablan por sí solos. El historiador Chiavenato escribe que Paraguay quedó con una población de 221.000 personas alrededor de 1871 de los cuales solo 28.000 fueron hombres y el resto mujeres y niños. ¿Porqué este artículo califica cómo clave para nuestro carácter dicha guerra?, por la simple razón de que Paraguay se enfrentó ante fuerzas que entraron no a luchar sino destruir lo que encontraron en su camino. fue simplemente una guerra para arruinar un país donde según historiadores se vivieron escenas fuertes y desgarradoras cómo niños asidos fuertemente a las piernas de sus madres antes de perecer ambos en Acosta Ñu.

Los hombres sobrevivientes quedaban replegados para proteger a ancianos, mujeres y niños. Según estudiosos de la historia y sociólogos, fue en esta ocasión en la que se testimonia una actitud diferente entre los paraguayos. El trabajo cita a paraguayólogos como los Vera (Saro y Helio) como a personalidades como el Monseñor Bogarín buscando darnos a entender los problemas de carácter que nos impiden alcanzar el desarrollo. Interesante visión desde la historia para comprender los hechos del presente. Somos lo que no podemos entender nuestro pasado para proyectarnos en un mejor futuro.

Más del autor